La deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) con proveedores y contratistas alcanzó los 126 mil 357 millones de pesos durante julio de 2024, un incremento anual del 71.6 por ciento, según datos recientes divulgados por el portal de transparencia de la petrolera. Este aumento refleja una carga financiera significativa para la empresa estatal en un contexto de desafíos económicos.
REDUCCIÓN EN EL CORTO PLAZO Y DEUDAS PENDIENTES
A pesar de este notable incremento anual, la deuda de Pemex ha mostrado una ligera reducción en comparación con el mes anterior. En mayo de 2024, la deuda se situaba en 133 mil 901 millones de pesos, lo que indica una disminución del 5.6 por ciento en julio. Sin embargo, este descenso no ha sido suficiente para cumplir con las expectativas y promesas hechas por la empresa.
Pemex, bajo la dirección de Octavio Romero Oropeza, ha saldado todas las obligaciones de pago ya facturadas desde 2023. No obstante, la petrolera aún enfrenta una deuda de 125 mil 240 millones de pesos correspondiente a compromisos adquiridos durante el año en curso. Además, existen mil 117 millones de pesos adicionales en trabajos o materiales ya recibidos pero pendientes de facturación.
EMPRESAS AFECTADAS Y PROMESAS INCUMPLIDAS
Entre las empresas más afectadas por la deuda de Pemex se encuentran Opex Perforadora, con 10 mil 563 millones de pesos pendientes; Cotemar, con 6 mil 555 millones de pesos; Constructora y Perforadora Latina, con 3 mil 226 millones de pesos; Typhon Offshore, con 5 mil 581 millones de pesos; y Hokchi Energy, con mil 188 millones de pesos.
Estos datos subrayan un incumplimiento de la promesa hecha por el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, quien había asegurado el 22 de mayo que la deuda con proveedores y contratistas sería saldada para agosto de 2024. En una reunión informativa, Oropeza había prometido que Pemex pagaría alrededor de 39 mil millones de pesos en el primer trimestre del año y aproximadamente 50 mil millones en abril. Además, se había comprometido a regularizar los pagos pendientes de mayo a agosto, con una expectativa de pago de 70 mil millones de pesos para mayo.
CONTEXTO Y COMPROMISOS FUTURO
Romero Oropeza destacó en sus declaraciones que el objetivo de Pemex no es “jinetear el dinero de los contratistas”, sino cumplir con sus metas, las cuales solo se pueden alcanzar si se respetan los compromisos financieros. A pesar de estos compromisos, la situación actual refleja una brecha significativa entre las promesas realizadas y la realidad de las finanzas de la empresa.
La deuda creciente de Pemex con proveedores y contratistas, junto con el incumplimiento de las promesas de pago, pone de relieve los desafíos financieros que enfrenta la empresa estatal. La necesidad de una gestión más efectiva y de cumplir con las obligaciones contractuales es esencial para restaurar la confianza con los proveedores y asegurar la estabilidad económica de la petrolera. La situación exige una revisión urgente y medidas para garantizar que las promesas de pago se cumplan y que la deuda no siga acumulándose.