Pese a los riesgos y adversidades naturales en la presente temporada de arribazón de tortugas marinas, autoridades y organizaciones ambientalistas esperan la llegada de más de 500 mil ejemplares a santuarios de Oaxaca.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) monitorea la llegada de las tortugas Golfinas hembras (Lepidochelys olivacea) quienes desde finales de julio dieron comienzo a la temporada 2020 en las playas Morro Ayuta y Santuario Playa La Escobilla.
Autoridades calculan que de cada 100 tortugas que nacen, sólo una llega a la vida adulta, debido a las difíciles condiciones en las que deben sobrevivir, al formar parte de la dieta de diversas especies en cada una de las etapas de su crecimiento.
Pero también, ambientalistas advierten sobre la caza indiscriminada que la especie ha padecido durante años, por lo cual han solicitado la presencia de elementos de la Guardia Nacional (GN).
En peligro de extinción
Otro de los efectos que impactan a los quelonios son; el cambio climático, la contaminación por plástico en los mares, la pesca incidental, entre otros factores que la han colocado como una especie en peligro de extinción en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Cada temporada de anidación es distinta, respondiendo a múltiples factores que inciden en la cantidad de ejemplares que arriban cada año, sin embargo, el patrón que ha sostenido esta especie se mantiene, cuya tendencia es regresar a sus santuarios mexicanos año con año, expone Conanp.
Las tortugas Golfina y Lora (Lepidochelys kempii) son las más pequeñas de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo y son las únicas que realizan anidaciones masivas y sincrónicas en un impresionante fenómeno natural conocido como arribazón.
Vínculo esencial
Las tortugas marinas en general, son un vínculo esencial de los ecosistemas marinos y terrestres y llegan a dos sitios importantes en Oaxaca; playa la bahía de Chacahua en Villa de Tututepec con 17.4 kilómetros de longitud y 92.65 hectáreas de superficie y la más importante playa La Escobilla ubicada en Santa María Tonameca con una longitud de 15 kilómetros y una superficie de 146.09 hectáreas.
Explican que las tortugas marinas son representantes de un grupo de reptiles que ha existido en el planeta recorriendo nuestros mares durante los últimos 100 millones de años contribuyendo al buen estado de lechos marinos y arrecifes coralinos.
Incluso existe la hipótesis de que las tortugas regresan a anidar a la misma playa donde nacieron desde sus zonas de alimentación que pueden estar alejadas de las playas de anidación varios cientos o miles de kilómetros.
