En el corazón de Turquía, en las milenarias ruinas de Boğazköy-Hattusha, se ha descubierto un lenguaje indoeuropeo oculto durante siglos en tablillas de arcilla cuneiformes. Estas ruinas, reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sirvieron en su momento como la capital del imponente Imperio Hitita durante la Edad de Bronce Tardía.
El Imperio Hitita, que se desarrolló desde el 1650 hasta el 1200 a.C., utilizaba tablillas de arcilla para registrar una variedad de documentos, desde tratados hasta rituales místicos. Si bien gran parte de estos escritos estaban en hitita, también se conocían otros lenguajes como el luwiano y el palaio.
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— Universität Würzburg #UniWürzburg (@Uni_WUE) September 25, 2023
Sin embargo, el reciente descubrimiento de un nuevo idioma, inscrito en un antiguo texto ritual, ha dejado a los arqueólogos perplejos. Esta lengua aún sin descifrar podría haber pertenecido a los residentes de Kalašma, una región cercana. Sorprendentemente, comparte similitudes con el luwiano, pero su exacta naturaleza y significado sigue siendo un enigma.
Las excavaciones anuales en el sitio han sido dirigidas por el profesor Andreas Schachner, quien representa al Instituto Arqueológico Alemán.
El profesor Daniel Schwemer, especialista en descubrimientos cuneiformes, señaló que el interés hitita en registrar rituales en diversas lenguas facilita el hallazgo de lenguas extranjeras en los registros de Boğazköy-Hattusha. Estos textos reflejan una rica amalgama de tradiciones de Anatolia, Siria y Mesopotamia.
El lenguaje recién descubierto es indiscutiblemente parte de la familia de lenguas indoeuropeas, que abarca desde Asia hasta Europa. La confirmación provino de la profesora Elisabeth Rieken, experta en lenguas anatolias antiguas.
Este descubrimiento resalta la riqueza y diversidad lingüística de la región y pone de relieve la necesidad de seguir investigando y descubriendo las antiguas civilizaciones que alguna vez habitaron estas tierras.