Biodiqro, la empresa mexicana que fabrica biodiésel con aceite vegetal

La startup mexicana Biodiqro quiere convertir a Querétaro en el primer estado de la república impulsado por biocombustibles. La empresa recolecta y recicla aceite vegetal quemado para transformarlo en biodiésel que puede ayudar a disminuir las emisiones contaminantes del transporte público en esta entidad.

Los fundadores de Biodiqro son los hermanos Miguel y María José León, ambos egresados del Tec de Monterrey Campus Querétaro; Miguel es ingeniero mecánico y María José estudió Comercio Internacional. En 2015 vieron una oportunidad de negocio en la recolección y reciclaje de aceite vegetal quemado, un recurso no biodegradable que se produce diariamente en todas las cocinas de México.

“Yo soy de la idea de que un proyecto tan grande como este o que lleva consigo beneficios sostenibles tiene que ser vendido a la gente correcta”, dice en entrevista Miguel León, ganador del Premio Estatal de la Juventud 2018 al Ingenio Emprendedor por este proyecto. Bajo esta lógica, dejaron de tocar puertas en cocinas y buscaron directamente a la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera de Querétaro, así como a la Asociación Queretana de Hoteleros, quienes vieron el valor agregado del impacto ambiental en el negocio y los contrataron para recolectar el aceite vegetal quemado de sus locales.

Aunque en México hay otras empresas dedicadas a la producción de biodiésel a partir de aceite vegetal, todavía no es un mercado suficientemente fuerte como para tener impacto ambiental contundente. “La problemática es que todavía no cambia la mentalidad al 100% en el tema del aceite vegetal”, cuenta Miguel León. “Yo puedo seguir vendiendo el beneficio ambiental, pero a veces puede más el dinero”.

Para los fundadores de Biodiqro las metas son altas: primero el municipio, luego el estado y finalmente conseguir un beneficio ambiental a nivel nacional. “Mi sueño a largo plazo es que el 100% del aceite vegetal producido en los restaurantes de Querétaro se convierta en biodiésel”, asegura León y agrega: “Uno de mis objetivos es que el transporte público del estado use biodiésel, que sean el primero a nivel nacional en usar biocombustible”.

Ventajas del biodiésel

– Aunque el biodiésel no puede sustituir al 100% el uso de gasóleo, su utilización tiene ventajas ambientales, por ejemplo:

– Disminuye las emisiones de los vehículos (monóxido de carbono, hidrocarburos volátiles, partículas)

– Representa un ahorro de hasta 80% de emisiones de dióxido de carbono de los combustibles derivados del petróleo

– Su fabricación a partir de aceite vegetal permite evitar la contaminación del agua al reciclarlo en lugar de deshacerse de este (un litro de aceite vegetal puede contaminar hasta mil litros de agua)

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Un litro de aceite vegetal puede convertirse en un litro de biodiésel, que a su vez puede integrarse con diésel de petróleo para alimentar los motores de distintas maquinarias y transportes.

“El biodiésel no puede ir directamente al motor diésel, tiene que mezclarse por ejemplo como B10 que significa que el 10% de una mezcla es biodiésel y el 90% diésel”, explica León. Por ahora, el nicho de mercado de Biodiqro son las empresas que tienen tanque de autoconsumo y ya tienen un convenio de colaboración con la Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNAQ), quienes están haciendo pruebas con B30, es decir: una mezcla de 30% biodiésel fabricado por Biodiqro y 70% turbosina.

Además de recolectar el aceite de restaurantes y hoteles, los hermanos León quieren tocar base con la sociedad. “Para que empiecen a escuchar sobre el biodiésel y las campañas de reciclaje que puede haber. Nuestro objetivo es incentivar la recolección del aceite y su transformación en biodiésel”, cuenta Miguel.

Biodiqro y otras empresas que se dedican a producir biodiésel en México han creado una red con la finalidad de generar normativas que beneficien al medio ambiente a través de este recurso.