Cae la noche y las campanas de la iglesia resuenan en la comunidad. María llora por el sufrimiento de su hijo, aquel que carga una pesada cruz de madera, una corona de espinas y es azotado por centuriones mientras trata de caminar con cadenas en sus pies. De fondo se escuchan las plegarias de quienes se han reunido en la parroquia de San Miguel Arcángel. Esas voces parecen fundirse con lo que se vive en el parque de Tlalixtac de Cabrera, en el ensayo para el Viacrucis viviente, una tradición católica que este año cumple medio siglo.
Todo comenzó en 1975, cuando a propuesta del fallecido padre Apolinar Robles la juventud de esa década se animó a representar la pasión y muerte de Jesús. Este 18 de abril, en el Viernes Santo, el grupo Pasión de Cristo dará vida nuevamente al Viacrucis en este municipio de los Valles Centrales de Oaxaca.
Con cerca de un centenar de participantes, entre quienes encarnan a Jesús y a la virgen María, a Verónica, a Magdalena y otros personajes, el Viacrucis viviente mostrará el resultado de una preparación espiritual y física de meses, pero también del compromiso de la niñez, adolescentes y juventud con su comunidad.
Abraham César Ramírez Cabrera, coordinador del Grupo Pasión de Cristo, señala que el primer joven que encarnó a Jesús fue Eloy Hernández Lorenzo y que en los últimos años ha sido bajo una convocatoria o llamado al que responden varios jóvenes, pero entre quienes quedan generalmente los más comprometidos con su fe.
“Cada quien tiene una promesa o agradecimiento por lo cual participa en el Viacrucis”, cuenta quien ya representó a Jesús en el año 2023, cuando la tradición se retomó luego de una pausa de tres años (2020, 2021 y 2022) tras la pandemia de COVID-19.
Franco Maximiliano Vázquez Zárate es el joven originario de Tlalixtac que en este año dará vida a Jesús de Nazaret. Esta es la primera ocasión en que será parte de la representación que comenzó sus ensayos en noviembre.

Ser parte de esto, dice, implica una preparación de hasta un año en lo espiritual, físico y mental. “Son promesas de fe, amor a Dios, valor, es algo muy grande, de hecho, servir a Dios, vivir en carne propia una mínima parte de lo que vivió nuestro señor Jesucristo”.
Para Franco, Jesús es un personaje muy complejo al que cree que jamás terminará de adorar y entender. Y encarnarlo también incluye el hacer su propia cruz con dos vigas de pino de entre 110 y 115 kilos, la que cargará en una jornada que iniciará a las 9:00 horas del 18 de abril y que se espera sea bajo los inclementes rayos del sol.
Mayté Vázquez López interpretará a María, la madre de Jesús. En 2024 encarnó a Verónica, la mujer que según los relatos limpió el rostro a Jesús. Al igual que Franco, cuenta que se ha preparado física y espiritualmente. “Para mí es un papel muy importante y estoy muy agradecida porque se me dio la oportunidad de representarlo”.
El Viacrucis consiste en la recreación de las 14 estaciones sobre la pasión y muerte de Jesús, según los relatos de la iglesia católica. La primera es sobre la condena de Jesús a muerte, otras más son sobre las flagelaciones que este padece, las tres caídas, los encuentros entre Jesús y su madre y Jesús con Verónica, la crucifixión y la resurrección del llamado hijo de Dios.
Previo al Viacrucis, el Grupo Pasión de Cristo también recrea el Domingo de Ramos y otros momentos como el del Jueves Santo.
En esta comunidad cercana a la ciudad de Oaxaca, la representación también se ha convertido en un atractivo turístico, pues año con año ha ido creciendo la afluencia, explica Abraham. En 2019, estima que asistieron casi 20 mil personas, principalmente de turistas.
Se espera que en este año la concurrencia sea similar a la de entonces, pues en 2024 bajó ligeramente. El coordinador cree que esto tuvo que ver con la apertura de la súper carretera a la Costa, lo que propició que las y los visitantes optaran por ir a los destinos de playa.