La atribución de un busto de mármol ha despertado polémica, luego de que una obra que se creía una réplica del siglo XIX fue catalogada por expertos como trabajo del escultor renacentista Donatello.
El busto alojado en el museo de Levoča, Eslovaquia, representa a la noble italiana Cecilia Gonzaga.
Según informó el medio The Slovak Spectator, la directora del Museo Spiš, Mária Novotná, pidió un análisis detallado de la inscripción “Opus Donatelli” que figura en la base de la escultura.
Los especialistas del Instituto de Ciencias de Eslovaquia (SAS) en Bratislava compararon la firma con otras obras conocidas del escultor, como la célebre “Judith y Holofernes” en el Palazzo Vecchio de Florencia y concluyeron que la atribución a Donatello es altamente probable.
Obra de larga historia
El busto llegó a Eslovaquia gracias a los vínculos históricos entre la familia italiana Gonzaga, de Mantua, y la familia noble Csáky, quienes poseyeron la escultura durante generaciones.
Durante siglos, la pieza permaneció en la mansión de los Csáky en Spišsky Hrhov, pero su destino cambió drásticamente tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la propiedad fue convertida en un reformatorio para niñas.
Con el paso del tiempo, el busto perdió su valor artístico y fue tratado como un simple objeto, las estudiantes del reformatorio la llegaron a emplear como pelota o muñeca para maquillaje.
En 1975, la pieza de mármol fue trasladada al Museo Spiš, donde fue catalogada como una copia del siglo XIX y relegada al almacenamiento.
Donatello, nacido en Florencia en 1386, es reconocido como uno de los escultores más influyentes de la historia del arte. Su capacidad para fusionar influencias de la antigüedad clásica con elementos del arte medieval y renacentista lo convirtió en una figura clave de su época.
Redescubrimiento
La investigación del SAS liderada por la historiadora del arte Marta Herucová ha despertado el interés por esta obra, cuya atribución fue consultada por el experto italiano Giovanni Serafini, de la Opera del Duomo en Florencia, quien respaldó firmemente la atribución a Donatello, basándose en comparaciones con otras obras del escultor, como la tumba del antipapa Juan XXIII en el Baptisterio de Florencia.
Actualmente, la pieza no está expuesta al público y solo puede ser vista a través de un escaneo en 3D. La obra se encuentra bajo estrictas medidas de seguridad, pero han surgido dudas sobre si el sistema museístico de Eslovaquia tiene la capacidad para proteger un tesoro de tal magnitud.
Estas preocupaciones se han intensificado tras la destitución de Mária Novotná como directora del Museo Spiš, un hecho que, según el medio, ocurrió sin explicaciones claras.
Aunque el museo aseguró que la seguridad del busto no se ha visto comprometida, la incertidumbre sobre el manejo de la obra persiste.
En un comunicado, la institución afirmó que planea organizar una exposición para presentar el busto al público antes de que termine el año.
Tensión en el medio cultural
Según The Slovak Spectator, la ministra de Cultura, Martina Šimkovičová, ha sido objeto de críticas por una serie de despidos en instituciones culturales clave, como el Teatro Nacional Eslovaco y la Galería Nacional Eslovaca.
Activistas culturales, agrupados en la plataforma Otvorena Kultura!, han denunciado que estos cambios han llevado a la sustitución de personal calificado por funcionarios sin experiencia, lo que podría poner en riesgo la gestión de importantes obras de arte.
Además, la plataforma ha expresado su preocupación por supuestos planes del gobierno para transferir piezas de arte a manos privadas, lo que podría afectar la preservación del patrimonio cultural del país.
En este contexto, el futuro del busto de Cecilia Gonzaga, ahora atribuido a Donatello, se convierte en un símbolo de los desafíos que enfrenta el sector cultural eslovaco.
Atribución dudosa
Según algunos informes, los investigadores eslovacos habrían contado con el apoyo de esta institución y del historiador del arte Giovanni Serafini para comparar la escultura con otras piezas del artista en Florencia.
Sin embargo, la Ópera del Duomo negó categóricamente estas afirmaciones.
En un comunicado oficial, la organización aclaró que, aunque en junio de 2022 recibió a los estudiosos eslovacos y los guio en la observación de las obras de Donatello conservadas en el complejo de Santa Maria del Fiore, no emitió ninguna opinión sobre la autenticidad del busto.
Serafini también negó haber realizado comentarios, incluso de manera informal, sobre la posible autoría de Donatello.