La cancelación del contrato entre la editorial Almadía, del oaxaqueño Guillermo Quijas-Corzo, y la escritora colombiana Carolina Sanín reabrió el debate sobre la libertad de expresión, la censura, la diversidad sexual y la transfobia. Asimismo, sobre el papel de las editoriales o su sesgo.
Con opiniones en contra o a favor, el debate sobre las opiniones de Sanín han causado revuelo principalmente en Twitter.
El pasado 4 de noviembre, la también docente, actriz y columnista denunció en sus redes sociales que la editorial Almadía canceló un contrato para la publicación en México de sus libros “Somos luces abismales” y “Tu cruz en el cielo desierto”. Esto debido a los cuestionamientos de la autora “a la política identitaria”.
La escritora, quien dijo que la editorial ya había pagado el anticipo del contrato hace un par de años, explicó que la cancelación fue porque ella, en uno de sus monólogos de YouTube había vertido sus “interrogantes con respecto al dogma de género” y porque habló del “borrado de las mujeres”.
La cancelación, prosiguió Sanín, fue a través de su ex agente y que a ella la editorial de Quijas Corzo no le escribió para explicarle.
Me parece que la decisión de cancelar un contrato ya firmado por unos libros (que, además, no tienen que ver con el tema en cuestión) sienta un precedente tenebroso”, ahondó la autora. “Se trata de cancelación de la persona, de eliminación de la persona”, apuntó.
Hasta ahora, la editorial cuyo director estuvo al frente de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) no ha emitido un posicionamiento. Sin embargo, la discusión en torno a la cancelación del contrato y la denuncia de la autora sobre censura y “eliminación” de su persona por esta decisión tras lo dicho en su columna.
Los apoyos y posturas en contra se hicieron notar en la red social y en Facebook, donde algunos señalaron que las ideas de Sanín son parte de un discurso de odio o en contra de la comunidad trans.
También, que la decisión de la editorial era “elemental”, pero no para aplaudirse Además de que la cancelación del contrato no es censura ni limitar su libertad de expresión, pues sus libros los publica una editorial de mayor alcance.
