Homenaje post mortem al oaxaqueño Mario Bourguet
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Arte y Cultura

Homenaje post mortem al oaxaqueño Mario Bourguet

No solamente fue escultor, sino también pintor con grandes conocimientos adquiridos en el otro mundo, es decir en Europa


Homenaje post mortem al oaxaqueño Mario Bourguet | El Imparcial de Oaxaca
La restauración de la capilla de El Rosario, del Templo de Santo Domingo, estuvo a su cargo

Mario Bourguet Bermúdez, nació en San Pedro Tututepec, Oaxaca, es hijo de don Emilio Bourguet, no recuerdo el nombre de su señora madre, pero sé que era de la familia Bermúdez. Debido a la falta de trabajo, el gran ebanista, Emilio Bourguet, desde su infancia se establece con su familia en esta capital oaxaqueña, donde pronto es contratado para restaurar el hermoso retablo de Santo Domingo de Guzmán, su hijo Mario estaba muy pequeño pero pronto se convirtió en su ayudante en los momentos en que no tenía clases, porque estaba por terminar los estudios primarios, así continuó hasta su juventud.

Don Emilio vio el talento de su hijo, quien lo acompañaba en la realización del trabajo decorativo del templo, con andamios y escaleras. Mario sabía y conocía a la perfección el trabajo de su padre, máxime al ver que le estaban encomendando un trabajo muy delicado como la restauración de un retablo del templo más rico de la América Latina, por lo que absorbió todos sus conocimientos que posteriormente ocuparía en el extranjero.

Al llegar a Europa se establece en Roma, Italia, trabajando la escultura y restaurando los trabajos del siglo pasado, estuvo mucho tiempo ausente de estas tierras mexicanas, hasta que un día al fallecer su padre vino a Oaxaca para estar presente en las honras fúnebres. De ahí que lo llamaran para la realización de algunos trabajos como lo fue la restauración del exconvento de Santa Catalina, para convertirlo en el Hotel Camino Real, donde consta su trabajo en un mural de cántaros encontrados del siglo pasado ya que también fue exconvento y después el reclusorio de todo tipo de delincuentes con anexo de algunos juzgados para llevar los procesos con mayor agilidad.

Con la restauración del exconvento de Santa Catalina se encontraron bellísimas pinturas, de varios autores del pasado, pero que aún adornan las paredes de dicho hotel, las cuales no han tratado las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de recobrar para su exhibición tal vez en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), o en otro lugar adecuado para ellas. La mayoría son de orden religioso que fueron restauradas por su pincel.

Mario también estuvo a cargo de embellecer el zócalo oaxaqueño con un motivo acorde al contenido de los templos oaxaqueños, estas fuentes contienen la voluta de los altares y en esta obra participaron sus alumnos y la que esto escribe las llamó “las fuentes de los tornillos”.

Para recordar al genial compositor oaxaqueño Álvaro Carrillo, originario de Pinotepa Nacional, Oaxaca, tuvo a bien trabajar en un busto que fue colocado en el jardín a las espaldas de Seminario de la Santa Cruz, el cual aún permanece todavía.

Por otra parte, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca lo invita a trabajar como maestro en la entonces Escuela de Bellas Artes, dando clases sobre escultura contando con un grupo de alumnos que aún lo recuerdan con mucho cariño.

Por parte del INAH, le solicitan la restauración de la capilla de El Rosario, del mismo Templo de Santo Domingo, cuya bóveda estaba dañada por la humedad,  el trabajo lo realizó con sus alumnos y su gran experiencia en este quehacer artístico que a la fecha permanece intacto.

Más adelante y viendo sus habilidades el gobierno universitario tuvo a bien nombrarlo director de la Escuela de Bellas Artes, sin dejar de impartir sus conocimientos a sus alumnos, le encomendaron la escultura del Planetario Oaxaqueño, trabajo que realizó a su visión de gran escultor. También la fuente de las canteras en Ixcotel es de su autoría.

 

Para recordar al genial compositor oaxaqueño Álvaro Carrillo, el escultor tuvo a bien trabajar en un busto / Mario también estuvo a cargo de embellecer el zócalo oaxaqueño con un motivo acorde al contenido de los templos oaxaqueños

 

Creatividad

Mario Bermúdez no solamente fue escultor, sino también pintor con grandes conocimientos adquiridos en el otro mundo, es decir en Europa, especialmente en Roma Italia, donde se casó con una Italiana y en ese lugar dejó testimonios imperecederos como un genial artista que fue para quedarse, ya que al principio de la pandemia mundial falleció y sus restos permanecen en Italia, donde le sobreviven su esposa e hijos.

Critica

El arte de bella estética de la creatividad de Mario Bermúdez es una obra permanente y bella; sus  enseñanzas sobre escultura siempre nos daba a entender que no es de simple adorno, sino dando un servicio a toda clase de gente. Pues si creábamos un toro y lo exponíamos en la montaña, este sería admirado y daría un servicio con la lluvia para guarecerse en él, mientras pasaba la tormenta.

En otros momentos de su enseñanza siempre nos explicó que el complejo de un rostro tiene sus bemoles, pues ambos lados no son iguales nunca y había que estudiar bien a la modelo en vivo para que el trabajo saliera a la perfección. Un ejemplo: los senos de las mujeres serían bellos siendo bien parados como en el buen trabajo de la Venus del Nilo, Ahora bien, toda la gente conoce la obra pero no sabe quién es el autor, porque simplemente no le ponen atención ni les interesa.

Mario Bermúdez dejó testimonios en su tierra como recuerdo de su historia, en su natal Oaxaca, orgullosamente tututepecano. De los pocos alumnos que hoy quedan son: Adolfo Cruz y Lucía Cabrera quienes siguen sus pasos en las exposiciones locales.


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