Entrevistas sin fecha: Horacio Franco, “La música es el motor de mi vida”
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Entrevistas sin fecha: Horacio Franco, “La música es el motor de mi vida”

Hoy con casi 44 años de trayectoria, Horacio se ha consolidado como uno de los músicos más importantes del país


Entrevistas sin fecha: Horacio Franco, “La música es el motor de mi vida” | El Imparcial de Oaxaca
Horacio Franco (Ciudad de México, 1963) conoció la flauta dulce en la secundaria

A los 11 años, Horacio Franco (Ciudad de México, 1963) entró a la secundaria, donde tuvo su primer contacto con la flauta dulce, un instrumento muy popular e incluso desdeñado en los salones de clase mexicanos; sin embargo, para él fue como una epifanía que lo hizo darse cuenta de que su vocación era el camino de la música.

Al principio —como lo reconoce— “fue luchar con sansón a las patadas” porque la carrera de flautista simplemente no existía en nuestro país y sus padres no aceptaban su vocación, pero él buscó por todos los caminos posibles y decidió jugársela, ya que, asegura, “finalmente no sabía a dónde iba yo a dar, pero me fue saliendo bien porque supe a dónde iba, con quién irme, supe dónde estudiar. Si uno ve estas condiciones difíciles como obstáculos para no hacer su vida, entonces está uno frito”.

Hoy con casi 44 años de trayectoria, se ha consolidado como uno de los músicos más importantes del país, lo que le ha permitido no solo viajar por el mundo y estabilizarse, sino la oportunidad de acceder a cargos públicos y escaños políticos, que él ha rechazado, pues asegura que no quiere vivir de otra cosa que no sea de su trayectoria:

¿Cree que haya una edad para empezar a labrar el futuro en la vida?

—Yo creo que no hay una edad determinada, pero hay un momento en el cual un niño se da cuenta de sus preferencias, de lo que le gusta, y a partir de ahí se puede ir perfilando. Y si el niño no tiene la capacidad de decir qué quiere ser, los maestros o los papás tienen que observar; el problema es que la orientación vocacional en México es una gran tragedia educativa desde hace muchos años. La gente acaba el bachillerato y no sabe lo que va a estudiar, y se mete a la primera carrera que se le ocurre, al final ni les gusta y acaban trabajando de otra cosa, eso es un gran fracaso que pasa en muchas partes del mundo.

¿Qué fue lo que le hizo a Horacio Franco no traicionarse y luchar por esta carrera de músico?

—La fascinación que tenía por la música clásica era algo verdaderamente apabullante, era algo fuera de serie, si ahora lo veo para la mentalidad de un niño de 13 años que fue cuando entré al Conservatorio, pues era yo una locomotora, yo decía de aquí nadie me saca, esto es lo que me gusta y nadie me va a impedir hacerlo, es decir me apasionó tanto que en realidad toda la palabra que me pregunta se resume en una que es pasión.

Ha dicho que era un niño muy introvertido, ¿se le ha quitado con los años?

—No bueno, en un momento dado vas madurando y obviamente el hecho de ser un artista que está en un escenario expresando a través de su psique y sus conocimientos técnicos, una emoción, pues no te permite ser introvertido. Además, después de tantos años de estar en escenario, en la academia y como comentócrata de la cuestión política y social en México, yo de introvertido ya no tengo nada.

1. El flautista describe su gran pasión por este instrumento / 2. Disciplina, estudio y pasión enmarcan su carrera

En 1974 entra a la secundaria y escucha por primera vez una flauta dulce. ¿Recuerda que sintió?

—Antes de la primera clase de Música tuve una flauta que me compraron mis papás como útil escolar, cuando la tuve, me acuerdo perfectamente que la saqué del estuche y empecé como a soplar y a tocar, dije “Hay qué fácil”, de veras fue como si hubiera tenido la flauta toda mi vida en mis manos. Cuando entré a la primera clase de Música obviamente los rudimentos que se dan en la clase son terribles y por eso todo el mundo odiaba la flauta. Yo no la odié porque a mí me importaba un poquito, pero realmente empecé a tocar solito. Es paradójico y ridículo que en un país donde se implementa ese instrumento como educación escolar, hayamos salido tan poquitos profesionistas de la flauta.

Fue a Hitler al que se le ocurrió imponer la flauta; en Alemania fue un éxito por la colectividad; en Japón también fue un éxito después de la Segunda Guerra Mundial, pero en México fue un absoluto y rotundo fracaso porque se implementó sin metodología, era despreciada por los maestros y todavía más por los alumnos, todavía se habla de “¡La pinche flautita!” y sí, porque si no la enseñas bien, pues obviamente no tiene valor y pasa porque nunca se lo pusieron.

Y es impresionante que un instrumento tan común y desapercibido en México haya sido el detonante para su gran carrera musical…

—Es un instrumento que en realidad tiene muchas dificultades porque tiene un repertorio muy limitado, no puede entrar dentro de una orquesta sinfónica, ni en las barrocas; no es como el violín ni como el chelo. Sí es un instrumento medieval y renacentista, pero tienes que estar buscando repertorio que sea adecuado.

¿Qué es lo más demandante de tocar la flauta dulce?

—Son tres elementos técnicos que tiene que uno que tener en cualquier instrumento de aliento: el primero, la respiración; luego la lengua que es muy importante porque es la manera de pronunciar los sonidos correctamente y también los dedos. Cada instrumento de aliento tiene su dificultad, la flauta dulce es el único que no tiene la producción al contacto con los labios del intérprete, entonces tienes un canal de aire que lo hace muy fácil de soplar, pero muy difícil controlar la afinación.

¿Cómo son los días de Horacio Franco además de dedicarse a la música?

—No hay día en el que no me levante a estudiar flauta, porque eso me da de comer y es el motor de mi vida, no porque haya pandemia y no haya conciertos voy a dejar de estudiar. Pero para poder estudiar debo tener salud física y mental. Por eso voy cinco o seis veces por semana al gimnasio, también es importante cuidar mi salud, no hay día que no me haga un buen juego de verduras, conocer de nutrición y comer bien es indispensable. Todo te lleva tiempo; cuidarse, tener tu casa bien, hasta lavar los trastes (risas).

¿Ha valido la pena todo el tiempo que le ha invertido a su carrera?

—Claro que sí, porque me ha dado felicidad, me ha dado totalmente la pauta para ser quien soy, para haber crecido como músico y para haber conocido los 5 continentes y los 32 estados de la república mexicana tocando la flauta. Evidentemente no ha sido nada en vano.

@Urieldejesús02