Crisis por Covid-19 reitera la importancia de que las mujeres accedan a educación

Con un año marcado por la epidemia de Covid-19 y los obstáculos de este en materia educativa, el Fondo Guadalupe Musalem (FGM) señaló la necesidad de impulsar y apoyar la instrucción y formación de mujeres en estados como Oaxaca. Pese a los retos y circunstancias, el fondo creado en memoria de la feminista oaxaqueña Guadalupe Musalem Merhy, logró cumplir la meta de 2020 y este miércoles emprendió su nueva campaña “Sí a la educación de las mujeres”.

En la edición pasada, el fondo que por 25 años ha apoyado la formación de más de 200 becarias, reunió alrededor de 2 millones 300 mil pesos. Y ahora se plantea una meta con el mismo monto, el que servirá para apoyar a 25 jóvenes de comunidades indígenas, rurales y afrodescendientes para que continúen sus estudios de bachillerato. Además de 11 universitarias de los mismos orígenes en el ciclo 2021-2022.

La campaña cuenta nuevamente con el respaldo de la cantante oaxaqueña Lila Downs, quien por varios años se ha sumado a las actividades del fondo, ahora dirigido por Beatriz Ávila Curiel. 

Lila, quien se refirió al impacto del fondo en jóvenes que han ganado premios diversos o logrado otras metas, consideró que la formación académica de las becarias está más cuidada. Y que esto es “gracias a las tutoras y tutores”. Por ello subrayó que este programa de becas “es un gran ejemplo de cómo se pueden superar las carencias que tenemos en nuestro sistema educativo”.

METAS Y RETOS EN TIEMPOS DE CRISIS

En este año, la meta del fondo no es solo económica sino implica recuperar el número de becarias que se apoya en cada ciclo escolar, el cual ha sido de 25 en bachillerato en los últimos años, pero que en 2020, ante la incertidumbre de los donativos, se redujo a 21 jóvenes.

En conferencia virtual, la directora del FGM explicó que en el último año, la educación de las becarias en las escuelas y su formación con el equipo del fondo se han visto obstaculizados por la desigualdad en el acceso a las tecnologías. “Esto les ha dificultado la nueva forma de enseñanza-aprendizaje, por la desigualdad ancestral entre las zonas rurales y las ciudades, y por lo obsoleto de nuestro sistema educativo”.

Sin embargo, como explicó la investigadora y activista Margarita Dalton Palomo, el trabajo del fondo ha sido minucioso, especialmente durante el 2020, en que el reto más grande fue ante el miedo e incertidumbre por la emergencia de Covid-19. Y por ello los objetivos no solamente son monetarios sino principalmente el “cambiar las mentalidades, cambiar las conciencias”.

De ahí el papel esencial de las tutoras y becarias, mediante una educación que dará frutos en un futuro, pero que por ahora se observa en el talento de ellas, seleccionadas entre las mejores. “No solo que tengan buenas calificaciones sino que tengan ética, constancia, que sepamos que pueden hacer algo diferente en su comunidad”, añadió la integrante del consejo del FGM. 

Cada becaria es una persona y no un grupo o número, reiteró Dalton Palomo sobre la manera de trabajar del FGM, y que lo hace “algo distinto” a cualquier otra iniciativa en materia educativa.

UNA EDUCACIÓN Y FORMACIÓN INTEGRALES

En 25 años de existencia y la apuesta por concretar uno más, el Fondo Guadalupe Musalem ha apoyado a 158 becarias que cursan sus estudios de preparatoria o bachillerato. Así como a 51 universitarias en algún momento de su preparación en este nivel.

Diana Estela Zárate, egresada, reconoció que la educación en tiempos de pandemia se vuelve más difícil. Sin embargo, gracias a las becas que otorga el fondo es posible seguir en ella. Por eso animó a la sociedad a sumarse a la campaña de procuración de fondos.

Por ahora, el habitual concierto que daba Lila Downs para el cierre de la campaña sigue analizándose. Aunque la idea es que se haga presencial, el equipo de la cantante señaló que esto podrá plantearse en cuanto bajen las infecciones de Covid-19 y cuando la inmunización se haya hecho a la mayor parte de la población.