El arte, el humor y la experimentación
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Arte y Cultura

El arte, el humor y la experimentación

En sus cuadros recreaba la vida cotidiana de su estado, especialmente de la Costa o del Istmo; hasta los últimos meses de vida trabajó óleos y esculturas


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Con la misma línea, “para no salirse” de lo que venía trabajando en la pintura, los últimos años y meses de creación de Crispín Vayadares (1962-2020) fueron de experimentación. Apostó por la escultura. También por la técnica del collage. O lo que llamó “escultupintura”.

Lo que hizo fue “más o menos” una experimentación, como contó en una de sus últimas entrevistas, en marzo, a propósito de la muestra que compartió en la ciudad de Oaxaca: Anecdotario coincidente.

Vayadares —fallecido este fin de semana— siguió mostrando su interés por las tradiciones y las identidades mexicanas, especialmente las de su estado natal: Oaxaca. 

Los vestidos de las mujeres istmeñas o las máscaras de luchadores vienen a la mente cuando se piensa en su obra. Aunque también a aquellas ataviadas de novias, en cuadros con los que el autor trató de reflexionar sobre el rápido tránsito de la infancia a la adultez que viven o tienen que vivir algunas mujeres en Oaxaca.

SU ESTILO

Sobre su interés por abordar elementos de la mexicanidad o de lo oaxaqueño, que forjaron su estilo, Vayadares señaló que “son cosas que se van consiguiendo y encontrando a través del tiempo, y ya de repente te vas identificando con un lenguaje solamente”.

Su obra también recogió parte de la vida política de Oaxaca, en un estilo vinculado con el realismo mágico, el arte naif. Para él, sus cuadros reflejaban “la vida del ser humano”, en medio de una dualidad donde lo que se muestra no siempre es lo que se es, se siente o se vive. 

“Te sientes feliz, pero estás muy lastimado. Algunas personas padecen de depresión, pero la esconden y ponen otra cara. (Es) como una cuestión de dualidad”.

Para él, su última muestra conectaba mucho con la situación “crítica” que vivía, pero de la que no se quejaba. “Algunos otros se quejan porque es normal, les duele y están molestos, tristes, no quisieran estar en ese momento, en ese lugar. En cambio, yo me tengo que hacer a la idea de que sí estoy mal, pero lo tengo que tomar con calma. Al mal tiempo, buena cara”.

En su momento, Lydia Silveira, de la Galería Arte de Oaxaca, comentó que el artista llevaba tiempo enfermo y por el mes de marzo le realizaban diálisis.

Sin embargo, eso no le impidió hacer tanto los collages como los óleos en gran formato de su exposición, “porque tiene picos, hay días en que se siente bien y otros en que, como todos cuando nos enfermamos, no tenemos ganas de hacer nada”.

Por varios años, Vayadares (San Miguel de Puerto, Pochutla 1962) trabajó con “comales”, un tipo de pintura y escultura muy característico de su trabajo, en el que abordaba las “situaciones cotidianas de las personas, con un sentido de humor diferente”.

De su trabajo, Lydia se dijo con dificultad para clasificarlo o describirlo, pues no entraba en el realismo mágico, aunque se aproximaba a él o a la escuela naif. 

“Él representa muchas situaciones cotidianas por medio de este arte y hasta de una manera divertida, con sentido del humor”, así como era en vida, que platicaba mucho, le gustaba vacilar y contar anécdotas, expresó sobre el autor a quien le gustaba estar en la Costa, la región de la que fue originario, y que recreaba en sus cuadros.