En memoria del Mtro. Luis Soria
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En memoria del Mtro. Luis Soria

Tras el sentido deceso del maestro Luis Soria Castillo, el estimado Luzbel, ineludiblemente sentí la necesidad de recordarlo; su plana sabatina formó por décadas parte del acostumbrado quehacer periodístico de…


En memoria del Mtro. Luis Soria | El Imparcial de Oaxaca

Tras el sentido deceso del maestro Luis Soria Castillo, el estimado Luzbel, ineludiblemente sentí la necesidad de recordarlo; su plana sabatina formó por décadas parte del acostumbrado quehacer periodístico de la ciudad, en cada entrega una nueva biografía, una historia de vida, y así, sin que seguramente él se diera cuenta pasaron los años y su trabajo en la prensa escrita se volvió parte de la cotidianidad y las lecturas de los oaxaqueños.  

Como él mismo lo recordaba, debutó en las páginas de este diario el 20 de julio de 1985 y continúo con un largo caminar de 34 años, en los que publicó toda clase de artículos; creó sus consagradas columnas “Miscelánea del humor”, bajo el seudónimo de Luzbel, y “En Vida Hermano, En Vida”, cuyo título extrajo del poema homónimo de Ana María Rabatté.

Pudiera ahora enumerar ciertos aspectos de su vida, como que nació el 1 de diciembre de 1938 en San Pedro de las Colonias, Coahuila, que al crecer se inscribió en la Escuela Normal Rural “José Guadalupe Aguilera” de donde egresó como profesor en Educación Primaria en 1962, pero sé que muchos compañeros de medios harán una mejor labor, por ello solo rescato que estudiando una especialidad en la Normal Superior de Puebla, conoció a quién sería su compañera de vida: María del Carmen Pérez Espinosa, mujer oaxaqueña que lo trajo a la tierra de los huajes.

Aquí, el Mtro. Soria, como muchos lo conocíamos, encontró un segundo terruño, Oaxaca al igual que a muchos, lo sedujo y lo enamoró perdidamente hasta que no quiso otro lugar para vivir; nació en el norte y pasó sus mejores años en el sur. 

He de decir como un recuerdo personal, que su columna de biografías, yo la veía desde niño en los periódicos que mi papá compraba cada fin de semana y me hice a la idea de que algún día yo aparecería ahí. Sin embargo yo ni siquiera conocía a quien escribía esa plana, hasta que en noviembre de 2018 la Hemeroteca Pública de Oaxaca le rindió un homenaje, evento en el que finalmente pude conocerlo, luego coincidimos ese año en el desayuno navideño de EL IMPARCIAL, esa mañana disfrutamos de buena charla entre columnistas y reporteros del diario; de ahí entablé con él una cercanía con periódicas llamadas telefónicas, tal como acostumbro a hacerlo con viejos conocidos. 

Y en 2019 cuándo celebraba mi cumpleaños 17 con un pequeño festejo en un restaurante del Centro Histórico, el Mtro. Soria se apareció como caído del cielo, bien recibido conversamos largo y tendido con el Ing. Jorge Bueno, La güera Gonzáles y otros con los que hemos entablado amistad y que me acompañaban esa mañana, hasta que le conté al maestro de mi anécdota con su columna, lo que le provocó grandes carcajadas y esa mañana me propuso biografiarme. Finalmente el 15 de junio de 2019 con la entrega No. 1103, se cumplió mi pequeña gran ilusión de verme en “En vida Hermano, En Vida”.

Unos meses después él dejaría las páginas de este diario, después de eso, fuera de las veces que lo encontraba por el centro, él siempre cargando su maletín negro y sus ejemplares encuadernados de su columna, dejé de verlo, seguí llamándole e intercambiábamos puntos de vista sobre el periódico y la situación del momento, recibí de él consejos, comentarios y elogios hacía mi respectivo trabajo de entrevistas, durante esta pandemia hablé con él cuatro veces, en la primera con su acostumbrado tono bromista me aseguró “no creo salir de esta” pues se veía en riesgo por su avanzada edad, pero continuaba platicador y entusiasta, salir del periódico sin duda fue su derrotero, sintió mucho dejar éstas páginas a las que dedicó su vida. Las complicaciones de salud se presentaron y en su voz se notaba cada vez el deterioro de su estado de ánimo, la última vez que le hablé hace menos de un mes, estaba muy cansado y solo intercambiamos pocas palabras; tras luchar sus propias batallas finalmente el Mtro. Soria se ha ido, pero permanecerá su recuerdo, ese que construyó en todos los que lo conocimos en vida hermano, en vida.