En ella hay más de una decena de colectivos con trabajos y orígenes diversos. Pero sus 80 integrantes son la ciudadanía que cuestiona, reflexiona y critica a este modelo de país denominado Res Pública. Ahora, el programa surgido desde las artes escénicas en el año 2014, con el impulso de la compañía La Máquina de Teatro, revisa su andar. Se observa y replantea tomando como punto de partida el 1 de julio de 2018, el día en que millones de mexicanos apostaron por la posibilidad de un cambio.

“¿Qué es lo que está pasando? ¿Cuáles son los cambios verdaderos? ¿A dónde estamos yendo como sociedad y como comunidad cultural? ¿Qué es lo que implica el cambio?” Esas son las preguntas que Juliana Faesler, ciudadana de la Res Pública, propone para la nueva edición del programa, que se realiza a partir del viernes 6 de marzo en la ciudad de Oaxaca. Para ello se ha organizado una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo, MACO, a las 19 horas.

En esta ocasión, el programa une, mediante sus colectivos, a estados como Tamaulipas, Ciudad de México, Guadalajara, Chiapas, Campeche, San Luis Potosí y el anfitrión de este año.

Performances, pláticas y encuentros que integran la nueva edición de Res Pública: el territorio común (Proyecto para pensar a México). Y Juliana Faesler, directora de la Máquina de Teatro, reflexiona sobre la propuesta nacida en las artes escénicas, la que señala como crítica con el estado y el gobierno, “desde una postura opositora, tal vez, o de lucha política”. Pero también como un modelo de México, un modelo experimental del país.

“Después del triunfo de López Obrador, que significó para muchos un cambio, que votamos con mucha esperanza, creo que hubo un cambio radical dentro de nuestras posturas políticas y ahora vuelve esta situación de crítica, vuelve el otra vez tener otra mirada crítica al supuesto cambio. Por eso una revisión se vuelve muy interesante en estos momentos”, explica Faesler.

De cinco colectivos que le dieron vida en noviembre de 2014, en el contexto de la guerra contra el narcotráfico, Res Pública cuenta ahora con 13. Y desde ahí, tales propuestas analizan qué ocurre con la democracia y el país, pero también con la participación ciudadana. Todo a través de actividades como las que se compartirán con el público a partir de este viernes en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca.

Para esta edición, se han organizado otras actividades como un encuentro sobre periodismo y censura en México. Además de un performance en el que Rosario Sampablo abordará la manera en que Oaxaca se convirtió en un estado de la Res Pública. “Hay una conferencia con docentes para hablar de la educación una vez que la reforma no es reforma”, agrega Itandehui Méndez, una de las colaboradoras e integrantes de la Res Pública.

La idea de Res Pública es seguir con las reflexiones y críticas sobre lo que ocurre en México, con más colectivos y estados que sean parte de su modelo de país. “Tener al menos un representante de cada estado sería increíble”, cuenta Faesler sobre la apuesta que analiza si se está dando un cambio o no en el país.

“Ahorita la situación de la Res como proyecto es definir qué tipo de ciudadanos somos en este país que plantea este nuevo gobierno, si somos subalternos, súbditos, si somos ciudadanos activos a los que se les escucha. Quiénes somos dentro de todos los panoramas sociales y cómo podemos estar incluidos o no en el proyecto. Cómo ser parte de este país”.

La Res Pública es un acto femenino

Quienes coordinan son mujeres, quienes han hecho posible que se mantenga a lo largo de cinco años son mujeres

¿Cuál es la conexión de la Res Pública con temas como las luchas de las mujeres o los feminicidios en tanto se analiza a un país como México? Ante la proximidad del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y del paro convocado para el lunes 9, la artista Itandehui Méndez considera que este proyecto artístico “es un acto femenino. Quienes coordinan son mujeres, quienes han hecho posible que se mantenga a lo largo de cinco años son mujeres”.

Y eso, señala, da cuenta de un estado de “excepción en la cultura nacional”, pues no hay proyectos similares a este; además de que se proponen otras maneras de diálogos menos verticales o alejadas del patriarcado (una forma de organización o sistema en donde predomina o hay mayor autoridad de los hombres). Hay integrantes hombres, refiere, pero quienes mantienen el proyecto son mujeres.

La Res Pública, ahonda, permite la pluralidad y las relaciones horizontales, y en ella los cambios que pueden ocurrir en una sociedad son femeninos o vienen de una parte de la población que generalmente no ha tenido poder o acceso a este.

“No es que se esté pensando en algo para el 9, es que todo el proyecto es el 9. Todos los directores de los colectivos que se mantienen son mujeres. No hay una estructura donde alguien gobierna y todos obedecen, sino que hay creaciones colaborativas porque son mujeres. Desde ahí se está rompiendo la estructura tradicional de cómo se produce la cultura en México”.