Archivos de Oaxaca: memoria, identidad y limitaciones

Aprobada en junio de 2018, el pasado sábado entró en vigor la Ley General de Archivos. En el plazo de un año, a partir del 15 de junio se espera que todos los estados del país (incluidos sus distintos órdenes de gobiernos, órganos autónomos, partidos políticos y demás que considere la ley) cuenten con los mecanismos para preservar, ordenar y resguardar sus acervos.

“Lo que se abre es una agenda mucho más intensa para empezar a atender un rezago histórico que tenemos en el tema de la gestión archivística en nuestro país, donde estos temas no han ocupado la prioridad de la gestión pública”, señala Juan Gómez Pérez, comisionado en Oaxaca del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales. Junto a ello, refiere que comenzó un plazo en el cual las legislaturas de los estados han de armonizar su normatividad local conforme a esta ley general.

Sin embargo, refiere que hay pendientes que tienen que ver con la profesionalización del personal que se encargará de la gestión de los archivos, así como el presupuesto que se destinará a lo que comprende esta ley.

En el caso de Oaxaca, el comisionado ve además otras posibilidades y/o tareas a atender, especialmente porque existen “municipios que se rigen por sistemas indígenas, donde el peso de la memoria y las tradiciones adquieren una mayor relevancia”. Basado en la ley, se espera que haya una revaloración de los acervos documentales, detalla Gómez. “No necesariamente en temas de rendición de cuentas o transparencia, sino en general, que se vea a los archivos como una vertiente para construir la identidad de una localidad, es decir, darles la posibilidad de que puedan tener documentado su pasado, saber de dónde vienen, quiénes han sido sus autoridades, cómo se han conducido algunos asuntos públicos”.

Apegados al tema de transparencia y rendición de cuentas, señala que al contar el estado con una gran cantidad de municipios y formas diversas de organización o gobiernos, “lo ideal es que muchos ayuntamientos fueran transitando, por ejemplo, a mecanismos de publicación electrónica”, y así se facilite la consulta por parte de la ciudadanía.

Archivos ordenados

En cuanto a los archivos históricos, la Ley General de Archivos también abarca disposiciones varias. Entre ellas, que estos transiten a un archivo general o sean incorporados a la estructura de un archivo general (similar al General de la Nación).
Emilio de Leo, director del Archivo General del Estado de Oaxaca (AGEO), señala que Oaxaca ya cumplió con ello, pues se dio el paso del archivo histórico al general. Y esto ha propiciado la redefinición de tareas, así como pautas para ordenar su acervo, en el que ha habido no solo documentos, sino fotografías, mapas y libros.

“Se pensaba que en el archivo se almacena todo, lo cual no es así, pues de acuerdo con la nueva ley también se definen las atribuciones de este órgano nuevo (el archivo general) en cada entidad”, refiere.

Eso ha llevado a pensar en la verdadera atribución o función del AGEO. De Leo comenta que lo que ahora se hace es la donación de materiales a centros de consulta, instituciones u órganos especializados en cada área. Es decir, que por ejemplo se donen los ejemplares del Diario Oficial de la Federación al Congreso, a fin de que cuente con una colección más completa.

“Se concentra dónde debe de ir, para que nos acostumbremos a hacer una consulta en estos centros de información”.

Acorde con la Ley General de Archivos, existen dos atribuciones por parte del AGEO, una que es la de organización y por la cual se da asesoría a entes públicos, para que cumplan con la organización que se les pide.

En el área histórica del archivo general, De Leo explica que lo que se hace es la conservación de la documentación (que abarca de 1974 a 1950) y que entra en la categoría de patrimonio documental, por su periodo de antigüedad.

Esos documentos, que equivalen a 3 kilómetros, se han puesto a disposición de toda persona u organismos que quieran consultarlos. Para ello se ha conformado una guía simple que facilite la consulta. Esta guía ya existe, agrega el director del AGEO. A diferencia de bibliotecas, los archivos no son temáticos.

“En el caso de los archivos son fuentes primarias”, de las que derivarán artículos, tesis u otras publicaciones producto de sus investigaciones. “Por eso necesitamos una guía para que cuando venga el o la investigadora, sea una orientación de los fondos que tenemos y puedan encontrar los elementos para satisfacer sus dudas y temas de investigación”, añade el director del AGEO.