“Cuando se es austero, se tiene que ser imaginativo”: Lluvia Sepúlveda
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Arte y Cultura

“Cuando se es austero, se tiene que ser imaginativo”: Lluvia Sepúlveda

La directora del Museo Nacional de Culturas Populares señala que es necesario “adelgazar la brecha entre las bellas artes y la alta cultura”


“Cuando se es austero, se tiene que  ser imaginativo”:  Lluvia Sepúlveda | El Imparcial de Oaxaca

Ser un museo de culturas populares permite hablar de diversidad de expresiones de las comunidades, ya sea de gastronomía, de arte popular o de otras manifestaciones. Lluvia Sepúlveda, directora del Museo Nacional de Culturas Populares considera que a la par de esa posibilidad es necesario “adelgazar la brecha entre las bellas artes y la alta cultura”, entre lo que se piensa que es la alta y la baja cultura.

Si bien estas categorías son externas, dadas por las academias, que definen lo que es bellas artes o artesanía, la directora señala que se trata también de cuestiones estigmatizantes que hay que poner sobre la mesa y analizar.

“Creo que esa división no existe en las comunidades, aunque desde luego una obra plástica tiene una intención diferente a una artesanía. Esta es un objeto normalmente utilitario, que se decora para una intención también para disfrutar su belleza. Pero eso no implica que no pueda tener una categoría de arte, las dos cosas pueden ser objetos utilitarios, hermosos y de una calidad plástica altísima”, apunta Lluvia, quien desde enero pasado está al frente del recinto fundado en 1982, por iniciativa del antropólogo Bonfil Batalla, y en un momento en que el país se abre al pluralismo cultural.

Hay que romper estos cajones tan cerrados y también hablar de que la artesanía y los pueblos indígenas adoptan la innovación, nuevas formas de trabajo, nuevas técnicas para producir objetos artesanales o utilitarios, agrega la funcionaria.

Al frente de un recinto donde lo mismo se aborda el circo que la lucha libre, refiere que la artesanía es una constante y por ello es necesario ver qué se está haciendo a partir de la innovación “o qué están haciendo artistas pláticas con artesanos”. Pero, aclara, siempre respetando la tradición y con una postura en contra del plagio.

 

UN MUSEO SEMILLA

La idea que tenía Bonfil Batalla era que en el museo se hicieran exposiciones de un año y que estas se fueran a otras comunidades para crear nuevos recintos. Se pensaba en una institución “semilla” de la que se crearan otras instituciones de su tipo.

“No lo hemos podido lograr porque eso requiere muchos esfuerzos y recursos”, reconoce Sepúlveda.

Sobre la austeridad que ha pregonado el gobierno federal, Lluvia señala que esto no les afecta, pues siempre ha sido un museo muy austero, que ha tenido recursos escasos, pero no insuficientes ni que bajen la calidad de sus programas. Para este año, hay lo necesario para el plan. “Yo sí creo en la austeridad, creo que es necesaria para las condiciones que tenemos en el país; cuando se es austero, se tiene que ser imaginativo, y eso es una gran ventaja porque te lleva a buscar nuevas soluciones, a nuevos planteamientos desde producción y gestión”, explica la directora sobre esta idea que a nivel gobierno federal va acompañada de un combate a la corrupción.

Este museo, añade, desarrolla actividades de la mano de comunidades indígenas y de bajos recursos. “Tenemos que ser congruentes con la gente con quien trabajamos; sería irreal hacer una exposiciones carísimas y excesivas cuando estamos hablando de pueblos que tienen carencias económicas muy profundas”.