Foto de maromero mixteco recorrerá México y Texas
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Arte y Cultura

Foto de maromero mixteco recorrerá México y Texas

Fue elegida como una de las 50 fotografías ganadoras de la octava edición concurso nacional México en una Imagen


Luego de ser elegida como unas de las 50 fotografías ganadoras de la octava edición concurso nacional México en una Imagen, el retrato de un maromero mixteco recorrerá diferentes museos, universidades y centros culturales del país y Texas, en la Unión Americana.

El fotógrafo David Estrada informó que la fotografía fue tomada el 14 de marzo de 2018 en la comunidad indígena de San Juan Yolotepec, en el municipio de San Pedro y San Pablo Tequixtepec, en la Mixteca Baja de Oaxaca.

“Fue ese día que conocí al maestro maromero Chiquilín y a la persona que hay detrás de esta leyenda viviente, don Venustiano Martínez. Acompañando a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), pude documentar un poco de la festividad del Quinto Viernes de Cuaresma que se celebra cada año en la comunidad, una gran fiesta de colores, sabores y sonidos que representan un legado cultural que sigue resistiendo al olvido y a la invasión”, indicó.

Mencionó que además del Carnaval de los Chilolos, la gastronomía, la palma, la música de viento, los poemas en lengua originaria (Mixteco), otro elemento que da vida a la festividad es la maroma campesina que vive en los corazones de todos los habitantes gracias a las diferentes compañías de circo indígena que existieron en sus tiempos, como la de Superman, a la que pertenecía don Venustiano.

“Fue ese momento que pude acercarme a Chiquilín para conocer un poco de su larga historia de vida y tomarle varias fotografías en el comedor comunitario y en el museo de la comunidad Ñoo Iton, en donde también hay un mural alusivo al festival de Yolotepec, a su música, al carnaval de los Chilolos y a la maroma, pintado por la artista Alejandra Ramírez.

Dijo que el concurso nacional de fotografía México en una Imagen es realizado desde 2010 por la plataforma Lo Hecho en México, con el objetivo de fortalecer la identidad y el arraigo cultural del país, promoviendo a través de la mirada la cultura y el cuidado del medio ambiente.

“No me considero periodista, foto reportero o algo por el estilo que lleve alguna etiqueta, únicamente me gusta contar historias. Nunca había participado en ningún concurso, pero en esta ocasión tuve la intención de mostrar al mundo un poco de lo que me ha tocado vivir, de mostrar los tesoros con los que me he topado. La convocatoria del concurso mencionaba que la fotografía tenía que ser algo para sentirse orgulloso de ser mexicano; de cómo vemos y queremos al país, luego pensé en la maroma de la Mixteca”.

Comentó la ceremonia de premiación se llevó a cabo el pasado 8 de diciembre en el Museo Soumaya de la Ciudad de México, donde fueron reconocidas las 50 fotografías seleccionadas entre más de 10 mil 400 que concursaron. Dijo que a pesar de que el retrato del Chiquilín no ganó ningún primer lugar en las diferentes categorías, el haber sido elegida para ser parte de la gira de exposición itinerante en 2019, es un logro más para la cultura Ñuu Savi y para en quienes habita.

Agregó que el concurso México en una Imagen es inclusivo, ya que cada año brindan espacio a personas con síndrome de Down que participan en la categoría Una mirada especial, cuya ganadora este año fue Diana Beltrán Rodríguez. En tanto el primer lugar en la categoría Profesional, fue para Enrique Noriega Vargas, quien se inspiró en un cortador de magueyes oaxaqueños.

La exposición de 50 fotografías, incluyendo siete tomadas en diferentes lugares del estado de Oaxaca, estará en el Museo Soumaya todo el mes de diciembre, posteriormente visitará diferentes museos, espacios culturales y universidades del país y Estados Unidos, cuyas sedes serán informadas a través de las redes sociales de Lo Hecho en México.

“Esta experiencia es un impulso para seguir contando historias, pero principalmente para continuar rescatando del tiempo la cultura de los pueblos de Mesoamérica, porque un pueblo que lleva por delante su cultura e identidad, nunca será dominado por el sistema que sigue apropiándose de las tierras, de las lenguas y de las conciencias libres”, apuntó.

CHIQUILÍN

En 1960, don Edilberto Venustiano Martínez Martínez comenzó a trabajar como payaso maromero en la comunidad indígena de San Juan Yolotepec, ‘Ñoo Iton’ que en mixteco significa Pueblo en la cima. Actualmente, es el último maromero campesino de la comunidad.

La compañía Superman fue muy famosa, realizaban números cómicos, en trapecio, caminando en un hilo de alambre, gimnasia, cantaban rezos o poemas y bailaban al ritmo de la banda. “Las muchachas de este tiempo son como las golondrinas, cuando se van a casar ya llevan su chilindrina”, sigue cantando don Venustiano de 87 años en sus presentaciones de jaripeo y en las fiestas los pueblos de la Mixteca Oaxaqueña y Poblana.

Según la historia, la maroma llegó a México en la época de la Colonia, cuando funambulistas y trovadores de España iniciaron un viaje para llevar sonrisas a los pueblos afectados por la Conquista.

La maroma campesina se distingue por los versos chuscos, satíricos y de amor. La tradición que surge de la combinación del circo europeo con los bufones de la corte de Moctezuma y revela un papel importante en la configuración de mestizaje en el Anáhuac (México).

Hasta el momento se tiene el registro de la existencia de 17 compañías de maromeros en la región, entre ellas la de Súper Águila de Santiago Chazumba y la de la familia de don Alfonso Jiménez, de San Miguel Amatitlán. Estos poetas campesinos van alegrando los corazones, mientras por la noche caminan sobre un alambre, por el día luchan contra sus demonios, cuidan de su milpa y sus sueños.