Tan pronto ocurrió el terremoto del pasado 7 de septiembre, José Ángel Santiago (Juchitán de Zaragoza, 1990) se trasladó a su comunidad de origen. Ahí conoció la magnitud de la tragedia, como explica Guillermo Santos en el texto que acompaña la exposición Xhuroo. La casa que cae, y que el artista abre este viernes, a las 19:00 horas, en la galería Quetzalli.
De esas visitas, José Ángel “decidió recoger toda clase de testimonios que pudieran dar luz a la naturaleza del terremoto” y que ahora lleva al arte, como testimonio del evento que afectó a varios pueblos de la región. También es memoria de que lo vivido en el lugar familiar o propio, como es la casa, habla de algo colectivo: del patrimonio perdido y que aún es necesario reconstruir.
Como lo recoge Guillermo Santos, es necesario recordar que miles de “familias siguen viviendo entre ruinas”, y que es inevitable que la “casa siga cayendo” a causa de “Xu” (onomatopeya que en el zapoteco del Istmo alude al terremoto).
De esta forma, la exposición de José Ángel invita a ser parte de una “reconstrucción” del evento que desde septiembre de 2017 mantiene a varios viviendo entre ruinas, con los recuerdos de las casas tradicionales o de los seres que perdieron la vida en esa noche.
A partir de paneles de fibra de coco, que el artista usó como bastidores y que son parecidos a los empleados en la construcción de algunas casas, la exposición Xhurrohabla de la casa, de sitio que Santos como referencia, como “resguardo y patrimonio, origen”.
“Los zapotecos le dicen ‘casa’ al pueblo, ‘Yoo’. Y siguen considerando al planeta como un hogar”, agrega el escritor sobre parte de los mensajes que se desprenden de la muestra, una del egresado de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, y cuya obra ha estado en sitios como: el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, la Casa de la Cultura de Juchitán, la Galería la Nueva Babel, en la Quetzalli o en la Insurgentes (Ciudad de México).
