El 12 de junio, cuatro comerciantes de varilla partieron desde Cahuacán, una comunidad del municipio de Nicolás Romero, Estado de México, hacia el estado de Oaxaca. Su objetivo era claro: continuar con la actividad comercial que han desarrollado durante años. Sin embargo, lo que debía ser un viaje más de trabajo, se ha convertido en un caso de desaparición que mantiene en vilo a sus familias y en evidencia la lentitud de las autoridades para responder con eficacia.
LOS RASTROS PERDIDOS ENTRE PUEBLOS DE OAXACA
Los hombres —Humberto Cruz Agustín, Joaquín Álvarez Cruz, Francisco Santos Gómez y su hijo José Santos Villafranco— fueron vistos por última vez en dos localidades distintas: Ocotlán de Morelos y Ejutla de Crespo. El último contacto fue realizado por el más joven del grupo, José, quien llamó a su novia el viernes 13 de junio alrededor de las 2 de la tarde. Informó que estaban en camino de San Martín Tilcajete hacia Ejutla. Desde ese momento, sus teléfonos dejaron de responder.
UNIDAD ABANDONADA Y SILENCIO DE LAS AUTORIDADES
La única pista material hasta ahora es el hallazgo de la camioneta en la que viajaban. La cual fue localizada abandonada y parcialmente desvalijada en Ejutla de Crespo. La varilla que transportaban había desaparecido. Ningún indicio más, ningún testimonio que aclare su paradero.
Por otra parte, familiares señalan que la respuesta institucional ha sido, como en muchos otros casos similares, burocrática y lenta.
Días después, las familias recibieron llamadas que exigían un rescate. Sin embargo, no se proporcionó ninguna prueba de vida de los desaparecidos. Tras contactar a las autoridades, se concluyó que se trataba de un intento de extorsión: un reflejo de la creciente industria criminal que se aprovecha del dolor y la incertidumbre de las víctimas.
EXIGENCIAS DE JUSTICIA ANTE UNA RESPUESTA ESTATAL DEFICIENTE
Ante la falta de respuestas, las familias han iniciado una intensa campaña para exigir acción urgente a todos los niveles de gobierno: desde la Fiscalía de Oaxaca y la Fiscalía General de la República, hasta la recién investida presidenta Claudia Sheinbaum. La exigencia no es ambigua: quieren resultados, búsquedas efectivas, y no promesas de escritorio.
“El tiempo es crucial, no queremos que sus nombres se sumen a las listas de impunidad”, expresó la hija de uno de los desaparecidos en declaraciones recientes a medios nacionales.
ALERTA EMITIDA, SIN RESULTADOS
Como parte del protocolo oficial, se emitió la Alerta de Personas No Localizadas (DNOL). Con el objetivo de facilitar su búsqueda y localización en coordinación con distintas instancias.
Sin embargo, a más de dos semanas de su desaparición, la alerta no ha generado avances significativos ni resultados concretos. Para las familias, esta herramienta ha sido hasta ahora un trámite más en un sistema que parece funcionar con lentitud desesperante cuando se trata de encontrar a los ausentes.
UN LLAMADO A LA SOCIEDAD Y A LOS MEDIOS
Además de su pedido a las instituciones, las familias han apelado al poder de la ciudadanía y de los medios de comunicación. Piden que se difundan los nombres, rostros y características de los cuatro hombres desaparecidos. Con la esperanza de que alguien los haya visto o tenga información útil que pueda ser canalizada al número de emergencia 911.
UN CASO MÁS EN UNA CRISIS NACIONAL DE DESAPARICIONES
Este caso no es aislado. En México, los comerciantes, transportistas, migrantes y viajeros son blanco frecuente de desapariciones y extorsiones. La falta de coordinación entre estados, la insuficiente capacidad de respuesta y la impunidad son factores que alimentan esta crisis humanitaria.
Mientras tanto, cuatro familias en el Estado de México viven entre la esperanza y el horror, esperando una llamada, una noticia, una acción concreta. Por ahora, solo tienen preguntas sin respuesta, días que pasan sin consuelo y la convicción de que no dejarán de exigir justicia.
¡OJO! SI LOS VISTE O SABES ALGO:
Cualquier información sobre el paradero de Humberto Cruz Agustín, Joaquín Álvarez Cruz, Francisco Santos Gómez y José Santos Villafranco puede ser reportada al 911 o ante la Fiscalía local más cercana. Su localización puede marcar la diferencia.