Ante las consecuencias del desarraigo, la incertidumbre y las recientes redadas migratorias en los Estados Unidos de Norteamérica contra los migrantes mexicanos y de otros países, la Diócesis de Huajuapan encabezó una celebración eucarística y dedicaron una hora santa en favor de los connacionales radicados en el vecino país.
El Obispo de la Diócesis de Huajuapan, Monseñor Miguel Ángel Castro Muñoz, informó que las redadas migratorias han provocado un aumento significativo en la tensión social, puesto que estas acciones impulsadas por la administración de Donald Trump, han resultado en varios operativos de detención de migrantes en varios puntos del país.
“Ante ello y unidos en oración por nuestros hermanos migrantes que claman justicia, consuelo y esperanza, fue realizada una santa eucaristía y una hora santa en el albergue Juan XXIII en Casa De las Comisiones, en la calle Nuyoó #69, en la Colonia El Calvario, aquí en esta ciudad, en punto de las 18:00 horas, porque necesitamos algo de solidaridad por cada hermano migrante”, dijo.
Castro Muñoz detalló que las redadas por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) están programadas para extenderse duramente un periodo de 30 días, siendo que las detenciones y deportaciones masivas marcaron los primeros 100 días del gobierno de Trump, quien regresó a la Casa Blanca el 20 de enero con una fuerte agenda antiinmigración.
“Unidos como Iglesia, levantemos el corazón por quienes caminan con fe, aunque sus pasos estén llenos de dolor, es necesario orar por nuestros hermanos migrantes quienes arriesgan su vida y tranquilidad todos los días por sus familias, por su progreso y para el bienestar de los suyos. Necesitamos que exista paz entre las naciones”, apuntó.
Asimismo, Monseñor Miguel Ángel Castro Muñoz invitó a la ciudadanía cristiana para que eleve sus oraciones en favor de los paisanos migrantes, para que “Dios los proteja, los cuide a ellos y sus familias”, además, se apacigüen las tensiones que están viviendo los migrantes en el vecino país, con un mandatario de poca empatía hacia los seres humanos.
Fernando Reyes / IGAVEC