Un hombre identificado como F.N.O.A. fue detenido y puesto a disposición del juez de control tras ser acusado del delito de abuso sexual agravado en contra de una familiar, ocurrido en la región de los Valles Centrales. Específicamente en el municipio de Santa Lucía del Camino. Los hechos se desarrollaron entre los días 17, 18 y 19 de enero de 2025. Dentro de un domicilio habilitado como restaurante.
De acuerdo con el expediente penal, la víctima –una mujer cuya identidad está protegida por ley– fue agredida sexualmente mientras se encontraba en el inmueble. Ubicado sobre la calle Narciso Mendoza. Fue en ese mismo lugar donde, según las investigaciones, F.N.O.A. aprovechó la cercanía y el entorno familiar para cometer el abuso.
UN CRIMEN OCURRIDO EN EL ESPACIO PRIVADO
Lo que más alarma del caso no es solo la violencia ejercida, sino el contexto: el hecho ocurrió dentro de un espacio aparentemente cotidiano y seguro, como un hogar que también funcionaba como negocio familiar. Este tipo de casos reflejan una de las realidades más crudas de la violencia de género: la mayoría de las agresiones sexuales no ocurren en espacios públicos, sino dentro del entorno cercano y en manos de personas conocidas.
DETENCIÓN Y PROCESO JUDICIAL
Tras la denuncia interpuesta por la víctima, se iniciaron las investigaciones correspondientes. Lo que derivó en la obtención de una orden de aprehensión. Agentes de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) ejecutaron la captura de F.N.O.A.. Quien fue presentado ante un juez de control para la formulación de imputación por el delito de abuso sexual agravado.
Durante la audiencia inicial, se solicitó la vinculación a proceso y se consiguió que el imputado permaneciera bajo prisión preventiva justificada como medida cautelar. Mientras se define su situación jurídica en las siguientes audiencias.
ENTRE IMPUNIDAD Y DIGNIDAD: ¿SE HACE JUSTICIA A LAS VÍCTIMAS?
Aunque la captura de un agresor puede interpretarse como un paso hacia la justicia, expertas y colectivos feministas han señalado que los casos de abuso sexual en contextos familiares son apenas una fracción de los que se denuncian. Y muchas veces las víctimas enfrentan hostilidad institucional, revictimización y procesos legales extensos y dolorosos.
“La justicia para las mujeres no solo se mide en detenciones, sino en prevención, protección y reparación del daño”, ha dicho en diversas ocasiones colectivos de mujeres en Oaxaca en Resistencia.
Este caso visibiliza también las dificultades para denunciar cuando el agresor es parte del núcleo familiar. Así como la ausencia de redes seguras de apoyo emocional y legal para las víctimas.
UN SISTEMA QUE AÚN TIENE DEUDA CON LAS MUJERES
A pesar de que las instituciones enfatizan que trabajan con perspectiva de género, los esfuerzos siguen siendo insuficientes frente a la violencia estructural que enfrentan las mujeres en Oaxaca,. Uno de los estados con más altos índices de violencia familiar, abuso y feminicidio.
Finalmente, mientras no se fortalezcan los mecanismos de prevención, educación sexual, atención integral a las víctimas y sanción ejemplar a los agresores, el abuso dentro del entorno familiar seguirá siendo un crimen silenciado por miedo, vergüenza o desprotección.