Un fenómeno natural de mar de fondo se ha registrado a lo largo de todo el litoral de la costa oaxaqueña. Provocando afectaciones significativas en diversas zonas turísticas y comunidades costeras. De acuerdo con autoridades locales y reportes ciudadanos, el oleaje ha alcanzado niveles inusuales y se prevé que continúe durante los próximos días.
BOCA VIEJA AFECTADA
Uno de los puntos más impactados fue la playa de Boca Vieja. Donde las olas alcanzaron la zona comercial, derribando enramadas y estructuras improvisadas utilizadas por comerciantes locales. En algunos sectores, el agua salada penetró hasta las viviendas cercanas a la orilla del mar. Con ello, causando daños a pertenencias y obligando a varias familias a realizar labores de limpieza y rescate de bienes.
El fenómeno, que se presenta de forma cíclica en temporadas específicas, ha sido particularmente intenso en esta ocasión. Las autoridades de Protección Civil emitieron una alerta preventiva y exhortaron a la población, turistas y bañistas a evitar nadar o caminar cerca de la playa. Esto, debido al riesgo de ser arrastrados por las fuertes corrientes.
MANTENER ALERTAS Y AL MARGEN DE LAS PLAYAS
Aunque no se han reportado pérdidas humanas ni lesionados hasta el momento, el evento ha sido una clara muestra de la fuerza y el poder de la naturaleza. Con ello, recordando la necesidad de mantener el respeto por sus ciclos y comportamientos impredecibles.
A pesar de las afectaciones, los habitantes de las comunidades costeras han respondido con la resiliencia que los caracteriza. Muchos de ellos, acostumbrados a convivir con la majestuosidad y el temperamento del océano Pacífico, han mostrado solidaridad y apoyo mutuo, trabajando juntos para recuperar sus espacios y minimizar los daños.
Finalmente, la situación continúa en monitoreo permanente por parte de las autoridades municipales, estatales y federales. Se mantiene la recomendación de no ingresar al mar, no realizar actividades acuáticas y mantenerse alejados del oleaje hasta nuevo aviso.