Al señalar que los Reyes Magos de oriente eran “hombres de ciencia” o astrónomos de su tiempo y que fueron guiados por una estrella para acudir a adorar al niño Dios, el presbítero Alejandro Rodríguez reflexionó ante la feligresía católica sobre el significado de la solemnidad de la epifanía del señor, que se celebra cada 6 de enero y que popularmente se conoce como el Día de Reyes.
Durante la misa del mediodía en la catedral metropolitana de la ciudad de Oaxaca, Rodríguez habló sobre los vínculos entre ciencia y Dios, en el simbolismo de los regalos ofrendados por aquellos hombres al niño Jesús, en lo que significan la adoración, la verdad, el poder y las formas en que se manifiesta Dios ante las y los creyentes.
“Los magos nos enseñan que el hombre tiene que ser siempre un buscador de Dios, un buscador de la verdad”, externó el presbítero ante las y los feligreses y visitantes que se reunieron este domingo en la catedral.
En la víspera de la solemnidad de la epifanía del señor, explicó que este acontecimiento implica que el “señor se nos ha mostrado y manifestado” (en alusión a la presentación de Jesús ante los Reyes Magos que lo visitan y reconocen como el rey de los judíos). Asimismo, como un momento en el que el poder entonces ostentado por Herodes tembló, pues el verdadero poder estaba en “la simplicidad de un niño, en el amor, en el abrazo, en la ternura”.
En esta homilía, los regalos dados al niño sirvieron como ejemplo para que las y los feligreses pudieran equiparar lo que pueden dar a Dios o vivir al predicar su palabra: el oro con la vida, el incienso con las buenas obras y la mirra (un brebaje amargo que se mezclaba con vino y se daba a los crucificados como analgésico) como aquel dolor o amargura por predicar.