Desde las raíces de Santiago Astata, Carmelita Ricárdez ha demostrado su arraigo y compromiso con su tierra natal desde temprana edad. Recordada por su primo, Félix Ricárdez, quien compartió cómo creció y se convirtió en una parte integral de la vida local, Carmelita ha sido testigo de los altibajos de la vida y ha encontrado en el servicio público una forma de devolver a la región y al estado que la vio crecer.
En Santiago Astata, Carmelita cursó sus estudios de primaria. Ha escalado posiciones en cargos públicos, convirtiéndose en un ejemplo de dedicación y servicio para su entorno.
A pesar de los desafíos que ha enfrentado en el camino, Carmelita ha mantenido firmemente sus raíces y valores, encontrando en su trayectoria un motivo de orgullo y una fuente de inspiración para continuar sirviendo al lugar que la vio crecer.
Como representante indígena, Carmelita Ricárdez no solo es una voz, sino una conexión con la historia y la cultura de su tierra. Su dedicación y compromiso con el bienestar de la gente de la región y del estado son una prueba de su profundo arraigo y su firme determinación de seguir siendo una líder en la búsqueda de un mejor futuro para todos.
Que la historia de Carmelita Ricárdez inspire a más personas a honrar sus raíces, a seguir adelante con determinación y a servir con el corazón a las comunidades que han sido fundamentales en sus vidas.
