En un informe reciente, la organización Elementa DDHH arroja luz sobre la efectividad de las estrategias de seguridad implementadas por el Gobierno Federal mexicano, especialmente en lo que respecta a la lucha contra el narcotráfico. A lo largo de los años de la presente administración, se ha tratado de marcar una distancia entre las políticas actuales y las impulsadas por gobiernos anteriores en este ámbito.
EL INFORME
El informe “Radiografía de la Prohibición” resalta que las actividades ofrecidas por el gobierno como resultados en la lucha contra el crimen organizado no están necesariamente orientadas a desmantelar las redes de macro criminalidad, sino que se centran en reducir la oferta de narcóticos.
Uno de los ejemplos citados son los constantes desmantelamientos de narcolaboratorios y labores de destrucción de plantíos de amapola y cannabis. Si bien ha habido un declive en la erradicación de estos cultivos en los últimos años, esto “no necesariamente indica que las estrategias de reducción de oferta funcionan”.
CRECE PRODUCCIÓN DE DROGAS SINTÉTICAS
El informe explica que los cárteles se han enfocado más en la producción de drogas sintéticas, como la metanfetamina y el fentanilo, debido a su mayor rentabilidad económica. Según información del Gobierno Federal, desde 2009 se ha detectado un incremento en el número de laboratorios de producción de estas drogas sintéticas.
El fentanilo, en particular, ha demostrado ser extremadamente lucrativo para los cárteles mexicanos. Según un reporte del periódico francés Le Monde, en solo 24 horas es posible producir hasta 40 mil tabletas de fentanilo en un solo laboratorio, generando ganancias millonarias para las organizaciones criminales.
CRISIS EN COMUNIDADES
Esta preferencia por las drogas sintéticas ha generado una crisis económica en comunidades de Guerrero, Nayarit y Sinaloa, que antes encontraban en la economía de la amapola una fuente de ingresos.
Ante esta situación, el informe destaca la falta de programas de políticas públicas para reubicar a estas comunidades en actividades legales y reducir la influencia de los cárteles en dichas regiones.
La crítica del informe resalta la necesidad de replantear las estrategias de seguridad en México, enfocándose en abordar las raíces del problema y no solo en la reducción de la oferta de narcóticos.
