Debido a la crisis hídrica que afecta principalmente a la ciudad de Oaxaca, los recintos culturales han comenzado a resentir la falta del suministro de agua potable haciendo que restrinjan o limiten el uso de sus sanitarios a sus visitantes.
Así como en la mayor parte de los hogares capitalinos, los mercados públicos o los pequeños negocios, incluidas las purificadoras, el agua potable no ha llegado a estos lugares. Esto a raíz de los bajos niveles de los pozos de los que el servicio público y el privado extraen este bien común para suministrarlo o venderlo.
Al menos desde este fin de semana están fuera de servicio los sanitarios del Museo de las Culturas de Oaxaca, perteneciente a la red del Instituto Nacional de Antropología e Historia y que es muy concurrido por visitantes nacionales y extranjeros, así como población local.
Aunque el aviso colocado en la entrada del mismo señala que es por “mantenimiento”, empleados de este museo que funciona en el ex convento de Santo Domingo de Guzmán reconocieron que es por la falta de agua potable y que el ingreso a los mismos se suspendió el sábado.
Debido a la falta de agua, incluso la fuente central de este museo se observaba casi seca y apagada. Este domingo, durante un recorrido por el museo también había varias zonas con acceso restringido, pero debido a la restauración de la que el museo es objeto.
Este museo administrado por el INAH es que recibe el mayor número de visitantes en el estado, especialmente los domingos, cuando el acceso el gratuito para la población nacional. Tan solo en enero de este año, el recinto recibió 16 mil 505 visitantes, de los cuales 1,846 fueron mexicanos (adultos de todas las edades y condiciones) que ingresaron gratuitamente. Del total del mes, 6 mil 242 fueron extranjeros y 4 mil 566, mexicanos (en los dos casos, con boleto pagado).
Aun cuando expuso razones de mantenimiento, otros sitios en donde se ha restringido el uso de los sanitarios es el Museo de los Pintores, ubicado sobre la avenida de La Independencia.
Este domingo, solamente algunos de sus baños de la planta baja se podían usar, mas no así el total de la planta alta, que permanecía cerrado.
En otros establecimientos de la ciudad de Oaxaca, como fondas, la utilización de los sanitarios se restringía a la clientela. “No se rentan los baños”, decía uno de los letreros en un restaurante de la calle Matamoros.
