De acuerdo con denuncias de organizaciones de la sociedad civil, la gran mayoría de las familias de jornaleros que viajan hacia los estados del norte del país como Sinaloa, Sonora y Baja California, enfrentan situaciones adversas desde su reclutamiento en las comunidades indígenas.
Luego de la crisis sanitaria que enfrentaron varios menores de edad hijas e hijos de jornaleros en el municipio de Guasave, Sinaloa, las autoridades sanitarias implementaron diversos operativos en el que detectaron las pésimas condiciones en que viven las familias en las cuarterías que rentan durante su estancia laboral en aquella zona del país.
Según los datos de las organizaciones de la sociedad civil que defienden los derechos de los migrantes y jornaleros, hasta la fecha se ha reportado el deceso de una bebé de 8 meses de edad, así como siete casos más que requirieron atención hospitalaria.
Aunque la mayoría de los menores son atendidos por enfermedades respiratorias e intoxicación por agroquímicos, también se atendió un niño de cinco años de edad originario del estado de Oaxaca con padecimiento gastrointestinal severo.
El menor identificado como Jesús Emanuel N., fue atendido por paramédicos de la Cruz Roja Mexicana y canalizado al Hospital General de Guasave, en donde se recupera favorablemente al igual que otros seis menores que presentan diversos padecimientos.
El gobierno de Sinaloa informó que tras estos hechos se recorrieron 12 cuarterías en la localidad de Ruiz Cortines; pero en total existen al menos 180 cuarterías en la que se tienen 10 cuartos donde viven entre 4 o 5 personas y de 2 a 3 infantes en cada cuarto.
Detectaron que la mayoría de las personas son provenientes de Chihuahua, Oaxaca, Guerrero, Querétaro, Jalisco, Zacatecas y que una vez que termina el trabajo en Sinaloa vuelven a su lugar de origen o bien se trasladan a otros estados como Zacatecas y Michoacán para seguir con el trabajo de corte de tomate y chile.
Jocelyn Reyes, Centro de los Derechos del Migrante, exhortó a las autoridades de estos estados expulsores a trabajar en políticas públicas para mejorar las condiciones laborales de las y los jornaleros desde el proceso de reclutamiento, enganche, trabajo y regreso a sus comunidades.
Deben de garantizar que en su regreso a sus comunidades puedan tener una vida digna porque a veces la migración se convierte en su última alternativa de sobrevivencia, por eso deben implementarse estrategias de raíz para evitar que lleguen a estos campos agrícolas”, apuntó.
