Cientos de niños en la región resignados ya no esperan a los Reyes Magos aunque no pierden la esperanza de recibir un juguete por parte de la sociedad y las autoridades.
Josafat N, originario de Magdalena Peñasco, uno de los municipios más pobres del país, habló que esta actividad solo es para los niños de las ciudades y para niños que son ricos económicamente hablando.
Dijo que al igual que él cientos de niños de esta comunidad piensan lo mismo derivado de la pobreza en que viven y los recursos limitados que hay en sus hogares donde apenas alcanza para comprar frijol y maíz.
No, la verdad no espero nada, es un día como cualquier otro, aquí los niños vamos a cazar hormigas, jugamos tierra en los ríos o pateamos una pelota de plástico”, dijo.
Pedro Miguel Santos, profesor, dijo que esta es la realidad y la desigualdad que se vive y se siente todos los días en gran parte de la Mixteca, donde los recursos económicos no alcanzan o no los hay. Señaló que muchas familias viven con menos de 30 pesos al día y la mayoría viven de lo poco que da el campo. Apuntó que como él muchos maestros esperan el retorno a clases para poder regalarle un juguete sencillo a sus alumnos y que estas fechas no se pierdan y menos el espíritu de esperanza y bondad.
Francisco Ortiz, de la comunidad de San Juan Mixtepec, dijo que las autoridades junto con algunos comités cooperan para regalar unas pelotas el Día de Reyes en la comunidad, sin embargo, un porcentaje mayor de niños en las comunidades más alejadas no tiene esa posibilidad de recibir un regalo de los Reyes Magos.
En la ciudad de Tlaxiaco es distinto, hay más recursos y la gente se mira en las calles buscando los mejores juguetes y los más caros para cubrir la carta a los Reyes Magos, se ve la situación económica la cual es distinta a la de los pueblos”.
Alejandra Morales, madre de tres pequeños en casa y madre soltera, dijo que hay que empeñar hasta lo que no para poder llevar un juguete a casa, muchos papás solo se limitan a acercar a los niños a los festivales para que puedan comer y llevarse un regalo.
Al igual que en los pueblos, aquí en la ciudad también hay mucha pobreza y los Reyes Magos hacen el esfuerzo para seguir la inercia del consumismo que se vive, esto para no lastimar los sentimientos de los niños que están inundados de publicidad en los medios de comunicación en las calles y en cada rincón de la población”, concluyó.
