Alfonso Canseco es un artista visual enfocado en la gráfica, aunque también se dedica a la “escultura orgánica”, como ha denominado a las creaciones que realiza a partir de la flor inmortal. De 38 años de edad tiene su taller en su natal San Antonino, aunque por temporadas trabaja piezas con flor inmortal y carrizo.
En este año, como desde hace casi 10, decidió participar en la Noche de Rábanos, un concurso y tradición que desde su niñez le ha gustado.
Cuando era niño asistimos una vez a la Noche de Rábanos, pero no pudimos pasar porque había mucha gente y nos formamos en una fila incorrecta. Volvimos a hacer nuevamente la fila, pero ya no vimos nada… regresamos muy tristes”, recuerda Alfonso sobre una de las motivaciones para volver al certamen, pero ahora como concursante.
Desde su taller Huella de Coyote y en compañía de su padre Laurencio Canseco, que se ha dedicado al cultivo de la flor y también a participar en la Noche de Rábanos, Alfonso recuerda que fue en 2013 cuando compitió por primera vez y logró el primer lugar en la categoría. Esto gracias a una obra inspirada en los alebrijes o tallas de madera que recrear a los animales de la región.
En los últimos años, su trabajo con flor inmortal se ha enfocado en las tradiciones de su comunidad, aunque en otros también ha plasmado temáticas alusivas a la política. “Pero siempre expreso lo que me interesa, lo que me gusta, una inquietud, siempre es así”, explica mientras prosigue con su obra con el apoyo de Gina Sánchez, su esposa.
Para este año, Alfonso decidió crear una pieza en la que plasma una tradición ligada a la religión: “tiene que ver con una Virgen que mueve a grandes peregrinaciones de todo el país, sobre todo del sur, como Guerrero, Puebla, Veracruz, Chiapas y todo Oaxaca”.
Que artistas como él incursionen en este tipo de certámenes y tradiciones es para el oaxaqueño una manera en que sean parte del “gran potencial” del estado. “Cada vez se van sumando, sobre todo en (la modalidad de) rábanos, más artistas o creadores en el certamen. Y eso es muy importante porque creo que así no se va a perder la tradición”.
