Con una envidiable lealtad y amor profundo, Juanita Amaya y Ovidio Pérez festejaron su 50 aniversario de bodas. Y para conmemorar organizaron una preciosa misa para la renovación de sus votos en la parroquia de San Lorenzo, en Zimatlán de Álvarez.
En la ceremonia, fungió como padrino de velación Sandro Landucci Lerdo de Tejada. La señora Hellen Toledo y el señor Jaime fueron los padrinos de arras. Y, por último, el señor Juanito fue padrino de anillos, con los cuales Juanita y Ovidio se juraron amor ante Dios.
En esta dicha estuvieron acompañados por sus hijos, nietos, nuera, yerno, familiares y amigos cercanos, quienes no dudaron en desearles buenos deseos y más años de feliz matrimonio.
Una vez concluida la misa, la pareja y sus invitados se fueron en calenda a un conocido restaurante donde se realizó un exquisito banquete para coronar la celebración.
Cabe destacar que la comida fue preparada por cocineras tradicionales de diferentes regiones del estado; sin embargo, no podía faltar el platillo estrella: el delicioso mole negro que prepara con gran amor Juanita Amaya.

Derecha: Tania, Nax y Ovidio, con sus padres Juanita y Ovidio.
Los invitados fueron recibidos en el restaurante con un fresco tejate, mientras se acomodaban para degustar el mole de Juanita. El ambiente fue amenizado por música en vivo, la cual iba a tono con la celebración; además, acompañó a los asistentes mientras degustaban los alimentos.
Posteriormente, se llevó a cabo una breve ceremonia en donde se dirigió un hermoso mensaje a Juanita y Ovidio, quienes han compartido la vida por 50 años, y de ella han florecido sus hijos Tania, Nax y Ovidio, así como sus nietos Kevin, Xilonem, Isaac, Ximena y Regina. Ante tal acto emotivo, todos levantaron su copa y brindaron por la felicidad de tan hermosa familia.
Un exquisito pastel de tres pisos se compartió con los invitados, quienes en todo momento agradecieron las atenciones de Juanita y Ovidio.
Después, los asistentes participaron en una calenda que salió para ir por el guajolote a la casa del padrino, donde bailaron el tradicional Jarabe del Valle.
Y entre música, baile, risas, anécdotas y mucha alegría, Juanita y Ovidio compartieron con sus seres más queridos la dicha y felicidad que han construido durante 50 años.
Desde este espacio les deseamos mucho amor y comprensión a Juanita y Ovidio.

Derecha: El pastel de tres pisos, bellamente decorado con flores.
¡Qué vengan muchos años más!