Del total de las y los migrantes que se atienden diariamente en el Centro de Movilidad Migratoria (CMM) que se ubica en San Sebastián, al menos el 40% son niñas, niños y adolescentes menores de 18 años de edad, de los cuales alrededor del 20% viajan sin acompañamiento.
De acuerdo con datos del personal del Instituto de Atención Integral al Migrante Oaxaqueño (IAIMO), diariamente arriban entre 2 mil a 3 mil migrantes en este Centro de movilidad, de los cuales alrededor de mil 200 son niñas, niños y adolescentes.
De este universo estimamos que el 20% viajan sin acompañamiento, esto debido a varios factores, ya sea porque fallecieron sus padres en el camino o salieron desde sus países con algún familiar”, explicó Jesús Eduardo Reyes Ramírez, encargado del departamento de Proyectos Sustantivo y Planeación del Instituto.
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Para atender a las y los menores de edad, se sumaron a este departamento estudiantes de diversas universidades quienes realizan trabajo social como María Fernanda, quien se encarga de interactuar con las y los infantes.
Lo que más nos ha impactado en la atención de los niños migrantes, es la experiencia que tuvieron en la selva, muchos perdieron a su papá o a su mamá, incluso algunos perdieron a ambos y ya viajan solos o con algún vecino, conocido o familiar”.
Otras estudiantes que atienden a las y los menores migrantes son Angélica Aceves y Andrea Díaz, quienes, a pesar de estar estudiando la carrera de Administración, ante la crisis humanitaria que se vive en Oaxaca, enfocaron su proyecto en la migración.
En el Centro jugamos con ellos, en un rato llegamos a atender hasta 30 niños, al día hasta 100 porque, así como llegan se van hacia la capital, han pasado muchos menores de 10 años y lo que hacemos es interactuar con ellos para hacerles pasar un rato agradable, en los talleres de pintura dibujan todo lo que han vivido en su travesía”, destacó Angélica Aceves.
Las estudiantes hicieron un llamado a la ciudadanía para sumarse a las labores humanitarias, ya que los menores de edad requieren de mucha ayuda desde ropa, calzado, pañales o bien productos de la canasta básica para su alimentación.
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