A diferencia de la zona norte y del centro del país, en Oaxaca no están establecidos los grupos delincuenciales y lo que opera es un tipo de franquicias de quienes se asumen como parte de las dos principales siglas que tienen presencia en varios estados, dijo el fiscal general de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla.
Más que brazos o líneas directas de los cárteles, hay brazos o grupos que se asumen como parte de estos, pero no con los niveles que se tienen en el centro y norte del país”, afirmó.
Sin embargo, en el mapeo que se realizó, estos grupos tienen presencia principalmente en el Istmo, Cuenca del Papaloapan y la Costa.
Por eso, desde esta instancia están investigando los delitos que se han registrado en las diversas regiones para enviar un mensaje de no impunidad.
Rodríguez Alamilla dijo que entre los objetivos de esta fiscalía se encuentra el reforzamiento de las carpetas de investigación, porque al recibir la instancia, había 7 mil 500 expedientes en rezago.
Hay dos grandes objetivos: reforzar la confianza en la investigación y echar atrás la idea que es pérdida de tiempo. En ambos casos estamos trabajando y disminuyendo de 6 horas a 1 hora, la recepción de las denuncias”, comentó.
Además, se está reforzando la coordinación con los 25 municipios que concentran el 80% del índice delictivo para que no ocurra la puerta giratoria, en donde se presentan las denuncias y por el otro lado, de manera inmediata se libera al acusado.
Hay un proceso de reingeniería al interior de la misma Fiscalía, en el nivel de ministerios públicos y de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) por los niveles de desconfianza y el tema de la corrupción que se puede dar.
Hay niveles importantes de desconfianza y estamos mejorando los mecanismos internos por medio de la Contraloría y la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDPHO) para vigilar sobre la actuación de los policías”, comentó.
Pero además se han dado despidos por malas conductas de los elementos de la fiscalía cuando se les comprueban actitudes irregulares y bajo la lupa hay unas 100 personas, concluyó.
