Con las pocas lluvias que han caído en las últimas semanas, una de las dos presas de Tlalixtac de Cabrera ya se encuentra al 90%, lo cual esperan reactive el comercio y la agricultura.
Los encargados de la supervisión del ingreso de los visitantes, detallan que la presa denominada El Estudiante ha sido una de las más favorecidas de las precipitaciones pluviales en la zona de montaña, dado que en poco tiempo se llenó el cuerpo de agua.
Recordaron que previo a la temporada de estiaje dicho espacio ocupado para el almacenamiento del vital líquido alcanzó niveles críticos al quedar casi vacía, lo cual obligó a algunas de las aves que ahí habitan a migrar.
El paisaje casi desértico casi ahuyenta a los visitantes tradicionales y a los turistas nacionales, quienes en su gran mayoría gustan de pasar un buen rato en ese espacio y a la par que disfrutan de la naturaleza prueban algo de la extensa gastronomía.
Explicaron que desde hace unas semanas las personas han vuelto a frecuentar la zona de comedores y las palapas que habitualmente se rentan para que las familias puedan estar y poder comer si así lo desean.
Cuando esta presa no tenía nada de agua, solo entraban se daban una vuelta alrededor y buscaban la salida, hasta nos pedían la devolución del ingreso (5 pesos), porque no se sentían a gusto, debido a la falta de agua en la presa”, reiteraron.
Confiaron en que la situación de lluvia mejore a lo largo del mes de septiembre, dado que al menos en los Valles Centrales no fue una temporada normal, al presentarse precipitaciones escasas.
A su vez, la situación cambia un tanto radical en la otra presa denominada La Azucena, pues ahí el nivel del agua es mínimo, lo cual ha generado cierto temor entre los comerciantes.
Irma, cocinera en uno de los negocios relata que poco a poco comienza a derramar el vital líquido de la presa principal, no obstante duda un poco que se pueda llenar al 100% como en años anteriores.
Admite que la situación es delicada porque eso les limita a prestar los servicios de paseo en lancha y los visitantes no se quedan tanto tiempo o simplemente ya no consumen.
No es de este año la sequía en la presa, ya llevamos varios años en la misma situación, solo que algunos años no se vaciaba por completo como ha ocurrido recientemente, nos afecta tanto a los agricultores como a los comerciantes”, cierra.
