El modelo educativo del gobierno federal, así como el contenido de los nuevos libros de textos gratuitos serán un fracaso y el nuevo gobierno del 2024, deberá proponer un plan para frenar la catástrofe educativa de México, consideró el sociólogo, Carlos Sorroza Polo.
Dicha situación se propiciará porque para la derecha y muchas organizaciones, resultan inaceptables los textos, y para la izquierda, resultan irrelevantes, como lo manifiestan los líderes sindicales de Chiapas, Oaxaca y la Ciudad de México.
En medio de esta polémica, consideró que la concepción de los libros tiene aspectos muy interesantes, “pero fallan brutalmente en el sentido que no fueron discutidos en la comunidad educativa; no fueron probados y adolecen de muchas fallas por la prisa e improvisación con que fueron hechos”.
Consideró que la prisa por distribuirlos y presentarlos como un gran logro del gobierno es, al contrario, un enorme desacierto. “Se repite la misma situación que con el expresidente Enrique Peña Nieto, que en su quinto año presentó los materiales de su reforma educativa, y todo terminó en un gran fracaso”, advirtió.
Agregó que ante la decepción que ha causado la Nueva Escuela Mexicana (NEM), a la Secretaría de Educación Pública (SEP) no le queda otra opción que seguir la directriz del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Consideró que después de este desacierto, el gobierno debe convocar a los actores educativos y poner a debate el proyecto de la Nueva Escuela Mexicana para iniciar el gobierno con una amplia deliberación y nueva estrategia en conjunto.
Ante el inminente fracaso del gobierno de López Obrador, se debe hacer una propuesta distinta y muy inclusiva por parte del siguiente gobierno, con el punto central del cómo detener la catástrofe educativa que arrastra a México”, consideró.
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Introducen barbarismos como contenidos
El error en la fecha del natalicio de Benito Juárez García, así como introducir barbarismos como contenidos, son inconsistencias de los libros de texto gratuitos que forman parte de la Nueva Escuela Mexicana.
De acuerdo con sociólogos que dan seguimiento a los temas magisteriales y educativos, se redujo el contenido, se descuidó la gramática, así como los conceptos básicos de la sintaxis.
Pero las imprecisiones pueden ser fuertes como en el libro “Nuestros saberes”, del tercer grado en cuya página 18 dice que Benito Juárez nació el 18 de marzo de 1806.
Aunque en un momento, los datos del Benemérito de las Américas son referenciales para realizar una cronología del tiempo, en la página siguiente, publican como información la biografía del Coloso con el mismo error.
En esa sesión, el docente tocará el tema de los “textos en orden cronológico” y explica que este proceso permite expresar la secuencia de los acontecimientos a lo largo del tiempo.
Usualmente, los textos en orden cronológico describen, de principio a fin, la forma como sucedieron los acontecimientos de lo más antiguo a lo más reciente; es decir, la evolución de los hechos…Un ejemplo de orden cronológico se puede observar en la siguiente línea del tiempo de la vida de Benito Juárez”, cita el texto.
Empieza la cronología con: “Nace en Guelatao, Oaxaca el 18 de marzo. 1806”.
No obstante, en la página 19 a manera de biografía de Juárez, repite el texto con el mismo error en la fecha de nacimiento del Benemérito y que ha sido estandarte en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con el libro, esta información tiene como fuente al Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México.
Menos matemáticas
En este sentido, el sociológico Samael Hernández refiere que estas inconsistencias se suman a una reducción del contenido de matemáticas, así como el uso de barbarismos como temas.
Esto último se observa que en el libro de Nuestros saberes de segundo grado, en la página 41, uno de los contenidos del texto es sobre los “Emojis”, donde la define como una imagen que se usa para representar una emoción o un objetivo, y se utiliza al momento de enviar un mensaje.
Los emojis se han vuelto populares debido a su uso en redes sociales y teléfonos celulares”, expresa el texto donde también califica a los “emojis” como pictogramas utilizados en la comunicación digital.
Con eso, los barbarismos se convierten en contenido en los libros de texto, expresaron especialistas al detectar una reducción en la calidad.
