“Todos los libros tienen errores”, defienden autores oaxaqueños como Arlett Guzmán y Alberto Sánchez, integrantes de la Sociedad de Escritores de Oaxaca, quienes consideran que más allá de los errores, que se pueden corregir, los ejemplares de la Secretaría de Educación Pública (SEP) del ciclo 2023-2024 son rescatables y plantean un proceso de enseñanza-aprendizaje integral y no separado, como lo fue por varios años.
“El fondo es lo importante”, dice la psicóloga y promotora de lectura Arlett, quien apunta que el “integrar los conocimientos” es “lo rescatable” de los libros que han estado en el foco del debate por sus errores o los contenidos de sexualidad que algunas personas no aprueban.
“Estábamos muy seccionados”, coinciden ella y el docente Alberto Sánchez al recordar que las asignaturas de matemáticas, español u otras siempre se habían considerado como conocimientos muy distantes entre sí y sin ser aplicados a la vida real. Pero ahora las nociones de áreas que parecen diversas están unidas y muestran su practicidad.
“Y eso meten en estos nuevos textos, de que no tienes que tratar la ética, la estética, la moral, las matemáticas, la física, la química, todo en un contexto de cajones muy aislado. Veo maravilloso que se abran grandes compartimentos en donde todo está a discusión, a desarrollo y donde el niño queda muy complacido”.
A decir de Alberto Sánchez, “todos los libros tienen errores. Los que hemos hecho algunos, sabemos que a veces hay algunas omisiones”. A sus 70 años de edad, el también profesor del Instituto Tecnológico de Oaxaca también defiende el que en los libros se aborden aspectos de la sexualidad, pues es parte del conocimiento esencial. Negarles eso, señala, es como alentarlos a hablar, pero que después se callen y no pregunten.
“Más que errores lo que hay ahorita son intereses de los que se están quedando sin el gran negocio de publicar, compañías nacionales y trasnacionales que están por el billete”.
Sánchez considera que el sistema de educación en México tiene que cambiar porque “era de carácter necesariamente repetitivo”, pero remarca que las críticas a los libros de la SEP están en medio de una “lucha ideológica, en un contexto de una lucha por el poder”, donde incluso figuras políticas están opinando sin siquiera haber revisado los ejemplares.
Ambos también señalan que incluso con algunos de los errores observados en los libros se puede aprender, pues al detectarlos se abre paso a la investigación, al conocimiento.
