Quién que no eche a volar la mente hacia el espacio infinito y hacia todos los fenómenos existentes o que podamos imaginar, no ha querido tener una máquina del tiempo como la que creó literariamente H.G. Wells y que exitosamente despertara en muchos la ilusión de viajar al pasado o al futuro. Quién no quisiera estar presente en épocas pretéritas que la historia nos ha señalado, a veces con precisión y otras tantas con exageración o falsas; pero después de todo cada persona tiene una curiosidad muy suya, sobre lo que ha acaecido en este mundo, desde que es tal.
Claro, esto es una fantasía que solamente existe en nuestra mente, pero… ¿quién sabe si mañana pudiera ser una realidad? Y con la misma mente, comunicarnos con otras personas que ya han vivido, que han disfrutado, que han padecido, que han sido juzgadas, que han sido parteaguas en su momento y sobre todo, que de alguna manera, la misma historia nos ha referido, pero que no podemos asegurar que todo haya sido como ésta nos lo presenta.
Imagínese cuántos idiomas han desaparecido, cuántos han evolucionado a tal grado que solo los especialistas pudieran comprender con exactitud; pero también, solo hemos aprovechado una mínima parte de la inteligencia humana; apenas estamos desarrollándola y no precisamente en todo su potencial, tal vez algún día no tan lejano, alcanzaremos un aprovechamiento mucho mayor y seamos capaces de comunicarnos mentalmente con otros que a través de la lengua no podríamos, con lo que entenderemos más ampliamente nuestra circunstancia y lo que es el universo del cual somos a penas un minúsculo granito de arena.
Por eso debo de reconocer que un vacío que llena estas inquietudes lo percibió y lo desarrolló magistralmente Jorge Martínez Gracida Bibriesca, pues en su última obra y advirtiéndonos que es una novela corta de ficción con personajes imaginarios, pero con lugares y personas en donde se presentaron esos aconteceres, nos transporta hacia éstos, de manera sencilla, objetiva y yo diría motivacional, y lo más importante, nos hace pensar.
Al referirme a la obra titulada “Alineación de planetas y los gemelos maravillosos”, observo en Jorge, mi hermano, en la inquietud literaria, una imaginación que no ha tenido límites, como lo ha demostrado en sus creaciones anteriores: “Obsesión por Juan Rulfo y otros autores”; “La Moneda de Dios, diez cuentos fantásticos”; “Tomás Apóstol y los amantes de Tanibanaá”; así como “Viajeros, doce cuentos de la vida real”.
Martínez Gracida Bibriesca posee una inmensa cultura y una gran facilidad para expresar objetivamente sus creaciones literarias; es el caso de esta última obra en comento que nos lleva de la mano al pasado, acompañándonos de hermanos gemelos, que vieron la luz primera durante una alineación de planetas acaecida el año de 1980, cuando estuvieron alineados hacia el oriente Venus, Marte, Urano, Neptuno y Júpiter, lo que ha dado origen a la base de esta novela y que por cierto, científicos de distintas especialidades han estado interesados en la observación y estudio de este fenómeno; pero también, ha impactado en el ánimo popular al imaginar con una profunda mística ingenua, que los nacidos al tiempo que este fenómeno se presentó en nuestro sistema solar, tienen poderes especiales, una gran fuerza, inteligencia superior y, solo algunos, con la facultad de viajar en el tiempo.
Así es que imagínense las inmensas posibilidades de que mentalmente, nosotros, gente común y corriente, pueda trasladarse a nuestro pasado cercano o aquel que en lontananza, nos despiertan inmensa curiosidad y pasión por ir hasta ellos.
No quisiera prácticamente invadir los diversos temas históricos que el autor desarrolla en esta fantasía, o no sé yo si utopía, porque estoy cierto de que al tener este libro en sus manos, habrán de disfrutarlo plenamente y les abrirá un nuevo concepto de lo ideal. Desde luego, sus personajes son una niña con el nombre de Donají y su hermanito gemelo reconocido como Cocijopí, oaxaqueños ambos que viajan al pasado y que inspiraron a dos niños preciosos que destacan en la portada de este libro.
Este libro hará que se hable de él en muchas generaciones.
Con información de Guillermo García Manzano
