Las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla, en los Valles Centrales de Oaxaca, son un “sitio originario” donde no solamente permanecen los vestigios de la interacción hombre-naturaleza que dio origen a la cultura sino uno en el que esta cultura se mantiene viva, señala el arqueólogo Leobardo Pacheco, titular del Corredor Arqueológico del Valle de Tlacolula.
El próximo 1 de agosto, este sitio cumple 13 años de haber sido inscrito a la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Por esta conmemoración, las comunidades de la zona y el Instituto Nacional de Antropología e Historia organizaron un programa cultural conmemorativo, a realizarse en la zona arqueológica de Yagul.
La UNESCO reconoció un sitio originario donde encontraron testimonios de una interacción entre los seres humanos que llegaron a poblar este territorio hace más de 12 mil o 14 mil años y que emprendieron un conocimiento e interacción con el territorio, con la naturaleza, con todos los recursos de su entorno y con los que comienza un proceso de adaptación, que lleva hacia la domesticación de plantas, hacia la manifestación gráfico rupestres, la producción de herramientas… a crear cultura”, relata el arqueólogo sobre la importancia de este sitio.
Las Cuevas Prehistóricas son uno de los varios sitios patrimonio mundial que se localizan en Oaxaca. Además de ellas, tienen una declaratoria conjunta la zona arqueológica de Monte Albán y el Centro Histórico de Oaxaca, así como el Valle de Tehuacán-Cuicatlán (este último junto con el estado de Puebla).

De acuerdo con Pacheco, los vestigios de la interacción naturaleza-cultura se pueden observar en las primeras semillas de calabaza y maíz con los que inició la agricultura hace al menos 8 mil años antes de Cristo, el arte rupestre, la diversidad biológica e hídrica, entre otros elementos.
Pero más allá de los vestigios, el especialista resalta que “lo más importante es la continuidad que tiene (esa interacción) hasta nuestros días. Es un sitio donde se sigue practicando la agricultura de hace 8 mil o 10 mil años, un sitio que resguarda una memoria con el territorio, el paisaje, con lugares sagrados”.
Sin embargo, reconoce que para que esta cultura viva se mantenga así hay muchos retos.
Más allá del vandalismo, del turismo no controlado, de factores humanos, es que cada vez hay una falta de apropiación, de acercamiento por parte de los habitantes con el patrimonio histórico, arqueológico, rupestre…”, apunta Pacheco, quien agrega que con la desvinculación y la falta de valoración o falta de transmisión del conocimiento a las nuevas generaciones se abre la puerta al deterioro y vandalismo de sitios como este.
Es parte de todo un gran sistema donde necesitamos reforzar la parte educativa, la parte de la formación familiar, del apego a las tradiciones. Es la misma razón de por qué vamos perdiendo nuestras lenguas, tradiciones, memorias de sucesos históricos; va más allá del ámbito local, institucional o gubernamental”, explica sobre las causas de esta desvinculación.
En enero de 2021 las pinturas de una de las cuevas que conforman este patrimonio fueron dañadas por una persona no identificada. Se trata de la cueva de “La pintada” (en Mitla), donde hay pinturas rupestres, una afectación que aún persiste y está en espera de su restauración.

Con programas como el de aniversario, organizado por los gestores del sitio (Leobardo Pacheco y Uriel Sánchez Sosa) lo que se busca es frenar esa desvinculación, por lo que las actividades cuentan con la participación y están enfocadas principalmente en la población local y del estado.
Este 1 de agosto se realizará el programa conmemorativo en la zona arqueológica de Yagul, donde a partir de las 8:30 y hasta las 15:30 horas se contará con talleres, muestra gastronómica y de danzas, recorridos, exposiciones, actividades artísticas, entre otras actividades.
Las comunidades y autoridades de Tlacolula de Matamoros, Unión Zapata, Santiago Matatlán, San Mateo Macuilxóchitl, Santa Ana del Valle, San Pablo Vila de Mitla y Teotitlán del Valle participan en esta jornada cultural de acceso y actividades gratuitas, con excepción de algunas en las que habrá cuota de recuperación.