Todo parece indicar que en los comicios celebrados este domingo 4 de junio, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena, ganó los comicios en el Estado de México, pero perdió en Coahuila, lo cual quiere decir que el dinosaurio está vivo. Esto nos hace recordar un brevísimo relato del escritor guatemalteco Augusto Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Y sí. Cuando Morena despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, en Coahuila. Aunque, dicho sea de paso, las elecciones en estos dos estados es un referente para los comicios de 2024 en que México elegirá presidente de la República.
ESTADO DE MÉXICO
No hubo sorpresas en las elecciones del Estado de México. Bueno sí; que Morena puso punto final al Grupo Atlacomulco, la facción otrora poderosa del priato, al cual pertenecen los expresidentes Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto.
Minutos después del cierre de casillas, Morena y sus aliados, el Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se declararon vencedores de la elección por la gubernatura del Estado de México, y aseguraron que su candidata, Delfina Gómez, será la nueva gobernadora mexiquense.
Emocionada, Gómez dijo a los representantes de los medios de comunicación que “quien gana no es la maestra Delfina nada más, son los mexiquenses. Estoy súper orgullosa de todos los ciudadanos, porque ellos hicieron posible este triunfo”, dijo y calificó su victoria como “un momento histórico para el estado”.
Aunque las candidatas Alejandra del Moral y Delfina Gómez, se dijeron ganadoras, cada una por su lado de la gubernatura al Estado de México, tras el cierre de las más de 20 mil casillas distribuidas en la entidad, lo cierto es que Delfina Gómez Álvarez, por el conteo rápido, tenía el 53.86% en las votaciones y Paulina Alejandro del Moral Vela, de la alianza opositora Va por México, el 43.32%.
La noche de este domingo, todo anotaba que Delfina Gómez avanzaba con el 20% de los votos escrutados, lo cual la ubican como probable vencedora en estos comicios que bajan al PRI de su pedestal que ostentó por más de 100 años.
LA DERROTA MORENISTA
En la norteña entidad de Coahuila, las cosas son diferentes. Ahí, el candidato de la alianza PAN, PRI y PRD, Manolo Jiménez, la noche de este domingo se decía triunfador.
Y es que, las encuestas de salida lo daban como virtual ganador de la contienda, por encima de Armando Guadiana al contabilizar el 36.7% del total de votos, sobre el 21% de Armando Guadiana, candidato de López Obrador.
En un mensaje a los coahuilenses, Jiménez, dijo: “Hacemos un llamado a la unidad, al trabajo en equipo para seguir construyendo la grandeza de esta tierra bendita, porque en Coahuila puro pa´delante, porque pa´tras ni pa’ agarrar vuelo”.
“Vamos a darle la vuelta a la página, a buscar al ingeniero Armando Guadiana, a Lenin, para trabajar por nuestro estado. Coahuila es mucho más grande que nosotros, que nuestros partidos, esta es nuestra casa, nuestro hogar y debemos trabajar en torno a Coahuila”.
“Y el priismo de Coahuila, que se cuece aparte, es un priismo que da resultados, y el gobierno de Coahuila, emanado del PRI, que encabeza Miguel Ángel Riquelme, tiene mucho mejores resultados que todos los gobiernos de Morena en indicadores de seguridad, desarrollo económico, competitividad, en muchas cosas”.
Por su parte, el morenista, Armando Guadiola Tijerina, justificó su derrota al señalar que “fue una elección de Estado. A la gente que iba a votar por nosotros les dio miedo y responsabilizo al gobernador Riquelme por todas las fechorías”, dijo. Esto, al aludir a la detención de varios de sus seguidores los cuales fueron sorprendidos comprando votos.
“Por eso la izquierda no avanza, porque siempre se divide. No me da miedo decir el nombre de Ricardo Mejía Berdeja. El que traiciona una vez, traiciona dos veces”, manifestó.
Comentó que regresará al Senado, donde concluirá la licencia y además señaló que la división generada por el candidato del Partido del Trabajo, Ricardo Mejía hacia el proyecto de la Cuarta Transformación ayudó a que el resultado de la contienda fuera adverso.
La derrota de Guadiana muestra la postura de los norteños con respecto al gobierno de la 4T. Cuando López Obrador ganó las elecciones presidenciales, fueron los estados del centro y sur del país los que le dieron el voto, no los estados norteños.
Muestran también, que las alianzas entre el Revolucionario Institucional y el Partido de la Revolución Democrática y Acción Nacional son factibles cuando hay coordinación de esfuerzos. Más alianzas como éstas, seguramente, se consumarán exitosamente en otras entidades que tendrán elecciones en breve.
Estos comicios son un referente para López y Obrador y Morena en el sentido de que hay que cambiar tuercas y tornillo a la maquinaria de la 4T en los comicios del 2024, sino el tren se descarrilará.
Esto queda demostrado, pese a la lluvia de programas sociales en Coahuila, antes del proceso electoral con el fin de captar votos, pero el resultado le fue adverso al partido oficial.
El que López Obrador haya preferido a Guadiana que a Ricardo Mejía fue un error lamentable que podía repetirse en el 2024 si no elige a la corcholata idónea en la candidatura a la presidencia de la República. Ese hecho provocó divisionismo en las filas de Morena lo que abonó a la derrota, en ese estado norteño.
Coahuila pues, le está dando luces a Morena en el sentido de que el electorado es impredecible y que también el dinosaurio no ha muerto; todavía da coletazos.