A pesar de la crisis que les ha generado el avance de la tecnología, la emergencia sanitaria por Covid-19 y la apertura de nuevas tiendas de autoservicios y departamentales, las voceadoras de la ciudad de Oaxaca siguen firmes.
La señora Ofelia Santiago, encargada de la caseta denominada “El Che” que se ubica en la Calzada Madero, en una de las esquinas del Jardín Madero, recuerda que hace algunos años la venta de periódicos y revistas ayudaba a las y los voceadores a cubrir todos sus gastos.
Pero ahora ha bajado mucho, primero por el avance de la tecnología, los niños y los jóvenes solamente quieren estar viendo sus teléfonos y ya no les interesa comprar los periódicos, revistas o libros”.
Expuso que sus clientes incondicionales son las personas mayores y uno que otro joven que se acerca para enterarse del acontecer diario del estado de Oaxaca y del país, quienes siguen siendo amantes de la lectura cotidiana.
Para tratar de sobrellevar la crisis, las y los propietarios de las casetas como “El Che”, tuvieron que comercializar otros productos como agua y refrescos embotellados, pero nuevamente la crisis sanitaria les pegó con todo.
Cuando empezó con lo del Covid, pues tuvimos que cerrar más de un año, nos fuimos a nuestras casas y gastar lo poquito que teníamos de ahorro, no tuvimos ningún tipo de apoyo por parte del gobierno, se nos fue todo el ahorradito y por eso tuvimos que regresar luego a vender de nuevo”.
A decir de doña Ofelia, otro de los factores que les ha impactado en la reducción de sus ventas, es la apertura de tiendas de autoservicios y las grandes cadenas comerciales que se ubican en cada esquina y en la Zona Metropolitana de Oaxaca.
Eso es lo que más nos afecta ahora, como han abierto tiendas por todas partes, por eso las ventas han caído, pero aquí seguimos echándole ganas para salir hacia delante”, comentó.
Consideró que de implementarse un programa eficiente de promoción a la lectura entre las niñas, niños y jóvenes, la venta de las revistas, periódicos y libros podría repuntar, pues es necesario que la ciudadanía pueda adquirir nuevamente el gusto por la lectura para tener conocimiento de todo lo que ocurre a su alrededor.
