Con un llamado a la conversión y tras condenar los hechos violentos que se han registrado en la entidad oaxaqueña, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, encabezó la ceremonia eucarística del Miércoles de Ceniza en la Catedral Metropolitana.
En este momento penitencial que vamos a vivir al inicio de la cuaresma, la ceniza que va a ser impuesta sobre nuestra cabeza es el signo de conversión de cada uno de nosotros en este tiempo de gracia para acercarnos más a Dios, queridos hermanos pidamos humildemente a Dios Padre que bendiga con su gracia esta ceniza que en señal de penitencia vamos a imponernos”.
Cuaresma, tiempo de fe y de piedad: Arzobispo
Expuso que la ceniza es señal de conversión para que “en las prácticas cuaresmales merezcan llegar purificados en su conciencia a la celebración del misterio pascual, con el miércoles de ceniza inician esos 40 días del camino a la cuaresma, los cuales terminan en el Domingo de Ramos y entramos a vivir esos días santos muy especiales para vivir un tiempo de fe y de piedad”.
Aprovechemos para crecer en la gracia y santidad para llegar a esa fiesta más grande de nuestra fe que es la resurrección de Jesucristo, a vivir la muerte y resurrección de nuestro Señor y después resucitemos con él siendo unos hombres nuevos”.
Ante las y los feligreses, el Arzobispo lamentó y condenó los hechos violentos que se han registrado en la entidad.
En esta ciudad, en la zona conurbada o en los diferentes pueblos de Oaxaca, qué está pasando, no nos acostumbremos a leer o a escuchar las noticias que nos hablan de eso, lloremos porque se ha endurecido el corazón de nuestros hermanos, porque también los asesinos son nuestros hermanos, pienso que también ellos están bautizados, pero han perdido sus sentimientos, se ha endurecido ese corazón y no les importa lo que hagan contra el hermano”.
Tenemos que llorar frente a Dios y pedirle misericordia al Señor: toca el corazón de quienes han levantado su mano, acompaña las lágrimas de esa familia que hoy llora la muerte de su ser querido”, afirmó.
A veces hacemos juicios muy fáciles y decimos, pues andan en lo mismo y por eso pasa eso o porque andan en el desorden, en la revuelta o porque andan provocando eso, pero no somos nosotros los que tienen que juzgar, Dios nos dice no condenen y no serán condenados, no nos toca a nosotros hacer el juicio, nos toca elevar nuestras plegarias y decirle a Dios misericordia y toca el corazón de quienes quieren dañar”.
En ese sentido, pidió a las y los católicos a buscar la reconciliación y alcanzar el perdón. “Tenemos que reconciliarnos y no niegues tu perdón para alcanzar el perdón, lloremos por esta miseria que hay en este mundo, ojalá en esta cuaresma todos nosotros tengamos esa conversión, somos invitados a convertirnos, a volver nuestro rostro a Dios, a enderezar nuestros rostros a crecer en la gracia y virtud, a vencer nuestras pasiones desordenadas, nuestros instintos, miserias y debilidades, nuestros defectos, a crecer en la gracia y santidad. Practiquemos el ayuno, la oración y la limosna, compartamos de los que Dios nos da”, apuntó.
