Debido a la falta de respuestas a sus demandas, integrantes de Antorcha Campesina se movilizaron en la capital para exigir recursos para la ejecución de obra pública en la Mixteca.
Los antorchistas marcharon desde sus oficinas, ubicadas en la preparatoria Lázaro Cárdenas de la colonia Arenal hasta el zócalo de la ciudad, en donde realizaron un mitin frente a Palacio de Gobierno para reclamar atención a sus planteamientos.
El contingente tomó las calles de la ciudad y tras ondear sus banderolas rojas gritaron la consigna: “¡Tenemos la fuerza, tenemos la razón!”, ante la irritación de los automovilistas que vieron frustrados sus deseos de transitar con celeridad.
Hombres y mujeres provenientes de diferentes comunidades de la Costa, la Cuenca, la Cañada, la Mixteca y Valles Centrales, fueron encabezados por su líder en el estado, Gabriel Hernández García.
Al respecto, el dirigente de la organización solicitó una mesa de trabajo para la revisión de diversos proyectos, dado que están pendientes acciones presupuestadas desde el sexenio anterior.
Hernández García dijo desconocer los montos de estas obras, ya que sólo hacen la solicitud de los trabajos y las autoridades deben verificar los costos.
No obstante señaló que al inicio de la actual administración del priista Alejandro Murat Hinojosa se revisaron las obras acordadas, pero al final se cancelaron muchas aunque ya estaban validadas y justificadas.
El dirigente de Antorcha Campesina acusó que el gobierno de Murat Hinojosa se ha mostrado indiferente a las peticiones de apoyo para mejorar viviendas, además de que no ha resuelto añejos problemas para el desarrollo social de los pueblos.
Ante la falta de atención e indiferencia a sus demandas, centenas de antorchistas se vieron obligados a salir a las calles para manifestarse a las afueras de la sede del Poder Ejecutivo, que desde hace más de 40 días no despacha en la capital.
El dirigente estatal cuestionó que en su momento (2016), la organización le haya brindado su voto al entonces candidato, cuando andaba en campaña para la gubernatura del estado, “ya nos dimos cuenta que el votar por alguien no es garantía de nada”.
Tras la marcha, los militantes de AC se plantaron de forma indefinida en el zócalo de la ciudad en espera de una mesa de atención con el mandatario o el secretario general de gobierno, Héctor Anuar Mafud en espera de soluciones concretas.
Los integrantes de Antorcha Campesina amagaron con permanecer en el primer cuadro de la capital y radicalizar acciones como marchas o cierre de calles, toda vez que los funcionarios han aplicado la política del avestruz, “nada más entierran la cabeza”, según aseguraron los afectados.
Las obras que se solicitan son para Huajuapan, San Miguel Amatitlán, Tezoatlán de Segura y Luna, San Antonino Monteverde, Tlaxiaco, Chalcatongo, San Pedro y San Pablo Teposcolula, entre otras.
El dirigente de Antorcha deploró que a pesar de las reuniones con esas y otras dependencias, como Finanzas y Coplade, el trámite burocrático ha sido mucho más complicado, y eso ha imposibilitado que muchos de los proyectos aunque están completos no se han validado.
Desquician la ciudad
Cuando de salir a las calles se trata para dar la pelea por recursos, Antorcha tiene la receta.
El hombre de lucha, Gabriel Hernández organiza y dialoga. Han pasado varios días y al “ingeniero”, no le toman la llamada y tampoco le han abierto una mesa de diálogo en el actual gobierno.
Conocedor de las fortalezas y debilidades de los actores políticos, quien encabeza una organización con miles de simpatizantes en el estado, envía un primer mensaje.
Los integrantes de Antorcha Campesina realizan una marcha en las calles para emitir rengas y consignas en contra de quienes han hecho de los oídos sordos su mejor estrategia para no resolver los conflictos sociales en Oaxaca.
Son apenas las 11:45 horas y el tráfico se torna cargado en la zona sur de la capital.
Dos bloqueos ahorcan las vialidades en el sur y norte; no hay rutas alternas y la molestia de los ciudadanos es inocultable, mientras los carros circulan a vuelta de rueda por la capital, los noticieros radiofónicos son eco del malestar.
El conductor del noticiero solo es el conducto para exteriorizar la voz de la gente que grita: ¡estamos hasta la madre!
En las últimas 72 horas, los capitalinos han visto trastocada la relativa calma que se vivía en la ciudad tras el sismo y su devastador saldo.
El caminar del contingente de hombres y mujeres es lento y las mantas para pedir solución a la liberación de recursos para comunidades indígenas inundan las avenidas.
La voz se hace sentir a lo largo de la marcha y hasta llegar a las puertas del Palacio de Gobierno. “Si no hay solución aquí será el plantón”, corean los Antorchistas.
Una llamada al celular del dirigente calma los ánimos y abre una posibilidad.
“Nada más que regresen de Tuxtepec (sede de la Audiencia Pública) y nos sentamos a platicar”, confía Hernández a sus cercanos, mientras el plantón se queda en palacio.
