No solamente a las familias que tienen ranchos cafetaleros en las orillas, agencias o congregaciones de Huautla les preocupa el problema insaciable de los talamontes y ladrones de leña, sino que también los propios nativos de las poblaciones indígenas se quejan de esta irremediable situación que sufren en sus propias comunidades.
Un caso reciente lo planteó el ciudadano Sabino Martínez, de la población de Loma Chilar, Huautla, quien manifestó que sus propios vecinos y conocidos suyos han estado cortando los árboles de su propiedad y sin pena alguna han pasado frente a su domicilio, por lo que sugirió que una opción sería que los policías forestales recorrieran las poblaciones huautlecas, para así detener a los maleantes.
Asimismo, diversos propietarios de predios retirados del centro de esta ciudad mazateca lamentan la desagradable e interminable situación de los leñadores de predios ajenos, aquellos ladrones que hasta con sus hijos cortan árboles y acarrean la leña sin temor alguno ante la ausencia de los dueños de los solares de lotes de guajinicuiles, encinos, álamos y otras especies que se encuentran en los terrenos de cultivo.
