Entre la crisis financiera que atraviesa el gobierno capitalino, Fernanda Paola García López asumió el jueves la dirección general del Instituto Municipal de la Juventud (Imjuventud). La joven originaria de Oaxaca de Juárez se convirtió, a sus 21 años, en la primera titular del naciente órgano descentralizado.
Pese a los retos financieros e incluso de capital humano, se muestra optimista y señala que trabajará por quienes como ella conforman “el 24 por ciento de nuestra población en la capital”.
Este año tenemos retos financieros sumamente altos, pero creo que la capacidad y el hacer equipo lo traemos desde hace mucho y sabemos que muchos chicos se van a unir a este equipo”, comenta.
En una urbe donde identifica a “más de 64 mil jóvenes” en busca de oportunidades, la originaria de la ciudad de Oaxaca y estudiante de Derecho considera que para ser incluidos “en la vida política de nuestro país, estado y municipio, es fundamental que las oportunidades lleguen antes a los jóvenes”.
Consciente de la austeridad a la que ha llegado en este gobierno, la primera titular del Imjuventud también esboza un trabajo comunitario y a partir del convenio con universidades signado por el ayuntamiento.
Los cuatro ejes de su proyecto abarcan: trabajo digno y bien remunerado, “porque los jóvenes merecemos oportunidades en nuestra ciudad”; el bienestar desde dos perspectivas, “la objetiva, que cubra nuestras necesidades y la subjetiva, que apunte a la autorrealización”; la igualdad sustantiva “porque las mujeres somos el motor de esta transformación”, y la participación comunitaria y la renovación moral de la juventud.
Existe cierta idea de que los jóvenes somos apáticos y que no nos interesa participar y esa va a ser la mayor fuerza del Instituto de la Juventud”.
Como una de las primeras acciones, se prevé emprender la vigilancia del cumplimiento de las condiciones laborales. Esto debido a que ha observado que en la búsqueda del primer empleo, las y los jóvenes padecen de explotación laboral, carencia de contratos, falta de prestaciones, entre otros.
Sé que no es una propuesta popular para los empresarios porque vamos a focalizar los centros de trabajo que incumplan la ley y vamos a aplaudir a quienes lo hagan de manera correcta, legal”.
En una ciudad que se mantiene con una declaratoria de Alerta de Violencia de Género y donde ha conocido de los recientes casos de desaparición e inseguridad contra sus congéneres, Fernanda Paola también planea emprender cursos de defensa personal de la mano del Instituto Municipal de la Mujer.
Tenemos que estar preparadas para un mundo que hoy es violento, que lacera la vida de las mujeres”, subraya quien ha prestado su servicio social en organismos de la sociedad civil y ya cuenta con experiencia en proyectos de este tipo.
Aún sin una sede oficial, confía en que el trabajo empiece desde las oficinas que ocupa la Secretaría de Bienestar del ayuntamiento, en la calzada Porfirio Díaz. Su equipo, explica, será mínimo: una dirección y, posiblemente, dos departamentos. “El próximo año visualizamos que el equipo va a crecer.
