En casi dos años que lleva la pandemia, el consumo de ropa de segunda mano acumuló un crecimiento de 200 por ciento, de acuerdo con datos de GoTrendier, una aplicación que desde hace cinco años se dedica a la compra y venta de ropa usada.
“Fue una demanda brutal, la gente estaba en su casa y podía vender más prendas. Crecimos 200 por ciento en 2020 y 150 por ciento en 2021, a raíz de la pandemia”, detalló Ana Orvañanos, country manager de la plataforma para México.
GoTrendier es sólo una de muchas apps que venden ropa usada, en los marketplace de Facebook o Instagram.
Yesica Olivares, de 30 años, comenzó vendiendo la ropa que ya no usaba a través de Facebook, pero al ver las ganancias ahora revende prendas de segunda mano.
“Todos los días más mexicanos se suman a la moda circular y buscan romper con el estigma de la ropa de segunda mano. No sólo por su preocupación por el medio ambiente respecto al impacto del fast fashion, sino también para ayudar a sus carteras y las de las usuarias que venden sus prendas”, comentó Joaquín Zavala, cofundador de Vestuá.
Según un estudio de Statista Global, a raíz de la pandemia, en México, 47 por ciento de las personas compró al menos un artículo de segunda mano.
Además, de acuerdo con la consultoría Kantar, el coronavirus hizo que una parte importante de los consumidores mexicanos opten por productos más baratos y por la compra de artículos usados.
Orvañanos comentó que además del ahorro económico, consumir ropa de segunda mano tiene un importante impacto ambiental ya que se pueden ahorrar hasta 17 billones de litros de agua.
“Para fabricar unos jeans nuevos se gastan 10 mil litros de agua y una playera 50 mil litros, el enfoque de la ropa de segunda mano es un gran logro tanto en materia económica como ambiental”, comentó.
Se estima que para 2025, el negocio de ropa de segunda mano alcance 77 millones de dólares a nivel global.
