Entre los remedios caseros para combatir la tos encontramos uno sumamente efectivo: el jarabe de cebolla. Es que según un reciente estudio, el vegetal contiene distintos componentes que combatirán dicha afección como vitaminas, minerales, flavonoides, organosulfurados, entre otros. Es por eso que se le atribuye propiedades antiinflamatorias, antioxidantes e inmunomoduladoras. Seguí leyendo que hoy te enseñamos a preparar este remdio.
El jarabe expectorante de cebolla es un remedio popular que se emplea como coadyuvante para calmar la tos y otras molestias que comprometen la salud respiratoria. En particular, su consumo se asocia a una disminución de las flemas y de la congestión. Además, es un buen complemento para aumentar las defensas. En este contexto, se convirtió en uno de los remedios caseros más sugeridos según especialistas.
Antes de enseñare la receta con cebolla, es importante aclarar que la tos es una afección normal, inclusive es un mecanismo de defensa que mantiene la garganta despejada, libre de flemas y otros agentes irritantes. Aunque cuando se produce de forma prolongada, es bastante molesta y debilitante. Si bien tiende mejorar poco a poco con los días, lo idóneo será tratarla con fármacos o remedios caseros, como el jarabe mencionado.
Es posible que las propiedades de los ingredientes utilizados en este jarabe expectorante estén detrás de su efecto calmante contra la tos. De todos modos, hay que considerar que es un remedio complementario y no un tratamiento de primera elección. La tos puede tener su origen en alergias y procesos infecciosos que deben ser abordados por el médico.
Para elaborar el jarabe de cebolla para la tos necesitarás 3 de estos vegetales, el jugo de 3 limones y 3 cucharadas de miel. La preparación requerirá de la tarea de rallar la cebolla o picarla en un procesador de alimentos y luego añadir el jugo de los limones. Posterior a ello deberás agregar la miel. Finalmente la preparación deberá reposarse durante 2 horas. Pasado el tiempo indicado lo podrás consumir a una ración de 4 cucharadas por día a lo largo de una semana.
