La “Estrategia Nacional de Pueblos Mágicos”, de la Secretaría de Turismo federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación, expone que en los pueblos mágicos, un 57 por ciento de su población recibe ingresos inferiores a la línea de bienestar.
Este documento expuso que, “las comparaciones muestran que el nivel de ingresos de este sector turístico, es en general, menor al registrado a nivel estatal y nacional; condición que reafirma la hipótesis de un turismo que del todo, no ha sido justo e incluyente desde lo local”.
En Oaxaca, los pueblos que ostentan este distintivo son: San Pablo Villa de Mitla, San Pedro y San Pablo Teposcolula, Huautla de Jiménez, Mazunte y Capulálpam de Méndez.
En tanto, en dicho análisis expone que en un lapso de 5 años, 86 municipios redujeron los niveles de pobreza, mientras que 36 reportaron un incremento; “lo anterior, refleja que los beneficios del turismo no necesariamente han permeado en todas las localidades receptoras”.
Asimismo, observaron que el porcentaje de viviendas que no disponen de agua entubada de la red pública en los municipios con categoría de Pueblos Mágicos en 2015, fue de 7.9% y sin drenaje es de 11.2 %.
En contraste, a nivel nacional la carencia de agua estaba en 5.1% y aquellas sin drenaje fue de 6.1% del total.
Asimismo, informó que el Informe de Desarrollo Humano Municipal más reciente, registró un valor promedio de 0.759 para el país, y de ese indicador, solamente 17 municipios de los 123 con Pueblos Mágicos registró un IDH superior a dicho valor.
Ante eso, considera la autoridad en materia turística federal alienar el desarrollo turístico al bienestar de las personas que viven y trabajan en estos destinos y así, reducir las brechas de desigualdad existentes.
Además, se estableció que del periodo 2001-2018 se destinaron recursos a los Pueblos Mágicos por 5 mil 795 millones, 10 mil 693 pesos, de los cuales 49 % correspondieron a fondos federales.
Este programa estuvo fundamentalmente orientado al desarrollo de infraestructura y servicios, rehabilitación o creación de sitios de interés turístico y equipamiento, al aplicar casi el total del monto total a dichos rubros, y relegando a un segundo término la innovación, capacitación y calidad.
“Pese a este importante ejercicio de recursos presupuestales, los resultados distan mucho de los objetivos planteados, contrastando con los altos niveles de carencias sociales que se derivan de las mediciones del INEGI y el CONEVAL, además de la falta de información turística que constate los logros alcanzados por el programa”, se aseguró.
En esta “Estrategia Nacional de Pueblos Mágicos”, se mencionó que los mecanismos mediante los cuales se otorgó el Nombramiento y detallaba las estrategias para la permanencia de estas comunidades, de los 121 Pueblos Mágicos evaluados en 2019, sólo 16 de ellos cumplieron con la totalidad de los requisitos.
Ese dato, solo representó el 13% del total de las localidades con Nombramiento, denotando la falta de apego de la norma a una realidad que se vive en tales destinos.
