Las mariposas monarca de México perdieron al hombre que las amaba y luchaba para preservar su hábitat. El cuerpo de Homero Gómez González fue hallado el miércoles por las autoridades del Estado de Michoacán, al oeste del país, después de 16 días desaparecido.
Se trata de un activista dedicado a la protección de estos insectos que recorren miles de kilómetros desde Canadá para protagonizar un espectáculo natural que deslumbra a centenares de turistas que visitan las tierras donde se reproducen y que están amenazadas por la tala clandestina.
Gómez González, de 50 años, había denunciado a los depredadores del bosque. Adrián López, fiscal del Estado, informó que el cuerpo del activista no mostraba señas de golpes o torturas y fue encontrado en un pozo artesanal de uso agrícola con una profundidad de seis metros.
López dijo que los primeros análisis arrojan que la causa del fallecimiento fue asfixia por sumersión, pero las autoridades han iniciado una investigación para corroborar las razones exactas de la muerte del hombre que consideraba a las monarcas como “las novias del sol” y el alma de los muertos.
Gómez González, de carácter afable, era un activista muy querido en México, muy respetado por los campesinos del municipio de Ocampo, donde vivía, y reconocido internacionalmente por su esfuerzo para preservar el hábitat de las monarca, el santuario El Rosario, localizado al oriente de Michoacán, un estado golpeado por la cruenta guerra desatada entre grupos de autodefensa y el sanguinario Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La Secretaría de Seguridad Pública revela que 2019 fue el año más sangriento en la historia reciente de ese Estado, con 1.465 asesinatos, 237 más que los registrados en 2018. México cerró 2019 con más de 35.000 homicidios.
En ese ambiente de violencia y sangre realizaba su labor Gómez González, quien impulsó durante años una fórmula considerada exitosa: incluyó a los campesinos en los trabajos de reforestación y preservación del bosque, generando empleos en una región rica en recursos naturales pero azotada por la pobreza. Frenó la degradación de la reserva de El Rosario y restauró amplias zonas destruidas por la tala clandestina.
Gracias a su carisma y el uso de las redes sociales atraía a centenares de turistas, a los que informaba sobre la vida de las monarca e instaba a apoyar los trabajos de preservación. En sus cuentas de redes sociales publicaba vídeos en los que se veía rodeado de las mariposas, que revoloteaban sobre su cabeza o se apoyaban en sus hombros, mientras explicaba cómo se alimentaban y reproducían.
Para él, El Rosario era “el santuario más grande y hermoso del mundo”, designado como patrimonio natural por la Unesco, que considera la migración de las monarca como una “experiencia natural excepcional”. Su esfuerzo se veía amenazado por grupos clandestinos obsesionados con los ricos recursos de un Estado que cuenta con el 30% de su territorio cubierto de bosques.
Las autoridades mexicanas reconocieron que en la zona del santuario se desarrolla una economía ilegal basada en la extracción de los recursos naturales.
Durante dos semanas se llevó a cabo una intensa labor de búsqueda del activista, desaparecido desde el 13 de enero. Participaron campesinos, policías estatales y expertos de la unidad local antisecuestros. La fiscalía entrevistó a 53 policías en el marco de la investigación para determinar el paradero del activista.
Familiares de Gómez González dijeron que habían recibido tres llamadas de extorsionadores exigiéndoles dinero. Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, aseguró que la familia entregó dinero a los que denominó “falsos secuestradores”.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Michoacán exigió a las autoridades no descartar de la investigación “la línea vinculada con las labores de defensa que realiza”. Mayte Cardona, vocera de esa organización, aseguró a la agencia Reuters que el activista mexicano “seguramente estaba afectando intereses de personas que se dedican a talar de forma ilegal en la zona”.
La noticia ha conmocionado a los mexicanos y levanta sospechas en un país donde el año pasado fueron asesinados 10 periodistas y 12 activistas. El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró el jueves como “muy lamentable y dolorosa” la muerte de Homero, el hombre que dedicó su vida a custodiar una de las maravillas naturales de México y patrimonio de la humanidad, el santuario de las mariposas monarca.
