La Asamblea de Maestros, Estudiantes y Trabajadores de la Universidad de Oaxaca, avalaron la creación de un nuevo Sistema de Jubilaciones en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) y se fiscalice el subsidio que recibe la máxima casa de estudios, pero también exigieron frenar la ambición política de algunos dirigentes de sindicatos, ante la próxima renovación en la rectoría.
Señalaron que para transparentar el manejo de los recursos públicos, las autoridades de la Universidad han cumplido con las auditorías correspondientes, tanto en el ámbito federal como estatal, en tanto, los ingresos propios derivados de pagos de inscripciones, reinscripciones y postgrados corresponde supervisarlos a los consejos técnicos de las unidades académicas y al Consejo Universitario de acuerdo con lo dispuesto por la Ley Orgánica.
Mencionaron que la UABJO recibe el subsidio más bajo de todas las universidades del país, de donde el 95 por ciento se emplea para el pago de salarios y prestaciones de los trabajadores académicos, administrativos y de servicio y solo el 5 por ciento restante se usa para los gastos de la administración central.
Criticaron a los dirigentes que “aprovechando el retraso en el pago a los trabajadores, desestabilizan en la Universidad, sin embargo, también reconocieron que hay maestros que hacen excelente docencia e investigación, trabajadores responsables y estudiantes que han obtenido premios en materia de salud, deporte y en juicios orales a nivel nacional”.
Señalaron que al aproximarse la elección del nuevo rector de la Universidad de Oaxaca, se activó la confrontación de los grupos políticos. “Hay supuestos académicos que piden que el gobierno federal y estatal intervengan para que les entregue a ellos la Universidad para salvarla”.
Acusaron a Enrique Martínez, quien tiene más de 20 años imponiendo directores y coordinadores en la Facultad de Odontología, de ser uno de los personajes que desestabilizan. “Solo representa a un pequeño grupo de STAUO y ha protegido a grupos de porros que violentan el campus universitario”.
Otro que mencionaron es al abogado Pedro Sosa, a quien acusan de asaltar con porros el Edificio Central de la Universidad, coludido con el entonces presidente del PRI y ahora diputado local, Alejandro Avilés. En tanto, Jesús Villavicencio, lo calificaron como el director de la Facultad de Derecho más corrupto, pues edificó una mansión en San Felipe del Agua y se compró dos camionetas Hummer.
A Isidoro Yescas, quien cobra como investigador jubilado. A Jaime Mayoral, otro que cobra como maestro de tiempo completo jubilado con la más alta categoría, pero nunca trabaja y al exrector, Francisco Martínez Neri, quien traicionó a los dirigentes del PRD para irse a Morena, son las personas que desestabilizan en la Universidad, señalaron.
