Al menos 67 mil 587 personas en la entidad presentan discapacidad auditiva, de las cuales, la mayor incidencia se concentra en personas de la tercera edad, según registros de las autoridades gubernamentales.
Esta cifra representa el 21.97% de las más de 284 mil 856 personas con discapacidad en el Estado, cuyos factores suelen ser la avanzada edad, bajo peso al nacer, amenaza de aborto, exposición a tóxicos, entre otros.
Al respecto, Blanca Islas Maldonado, directora de Operación de Bienestar del Sistema DIF Oaxaca, explicó que para hacer frente a este padecimiento y apoyar a este sector de la población, el organismo estatal ha otorgado a la fecha 2 mil 227 aparatos auditivos de forma gratuita.
También se trabaja para lograr apoyar a niños menores de 5 años que requieren implantes cocleares, cuyo costo aproximado es de 300 mil pesos (la cirugía e implante), que asume el organismo en ayuda a las familias de escasos recursos.
Explicó que en apoyo a este sector de la población, el Sistema DIF también cuenta con el Centro de Rehabilitación y Educación Especial en San Bartolo Coyotepec, donde se realiza el diagnóstico, estudios audiológicos, hipoacusias, consultas y alrededor de mil 300 audiometrías anuales.
“El Gobierno del Estado atiende en la política de inclusión a personas con discapacidad auditiva a través de jornadas de aparatos auditivos, implantes cocleares, terapias de lenguaje, capacitación e interpretación de lengua de señas mexicanas”, añadió la directora de Operación de Bienestar.
En el marco del Día internacional de la sordera que se celebra este 28 de septiembre, la funcionaria expuso que la asistencia social se logra con los apoyos y las alianzas, sumando esfuerzos con la participación ciudadana, con sensibilización y calidez.
“En el Estado de Oaxaca el contexto social de vulnerabilidad y de asistencia social requiere de compromisos de todos”, insistió, al señalar que se cuentan con diversos espacios de rehabilitación y jornadas médicas con un traro respetuoso, amable y empático hacia este segmento.
“Se fomenta la integración e inclusión a la sociedad de las personas con discapacidad a través del deporte, educación, espacios de esparcimiento, salud, movilidad, laboral, profesional, búsqueda de igualdad y vida independiente, protegiendo sus derechos humanos como la esencia de la asistencia social”.
