“Estamos trabajando bajo protesta”, “invitamos a todos a nuestras actividades bajo protesta” son las frases con que docentes de la Casa de la Cultura Oaxaqueña (CCO) se manifiestan desde el pasado 17 de agosto, cuando acordaron y reabrieron las instalaciones de la institución. Junto a estas expresiones, el personal ha compartido una cartelera con actividades abiertas al público y talleres para infantes y jóvenes.
Sin embargo, señalan que siguen sin respuesta de las autoridades estatales, con quienes sólo hubo una reunión el pasado 16 de agosto (mediante la Secretaría General de Gobierno).
Desde el 8 de agosto, cuando estalló la protesta de los profesores y personal de la modalidad de honorarios asimilables a salarios, la institución que opera en el centro de la ciudad sigue resguardada y sin permitir el acceso al director del organismo (Guillermo García Manzano) y mandos medios.
Hasta ahora, son ya tres semanas de la protesta que inició tras el aviso de que se carecía de recursos para el pago de salarios a este personal, y que siguió con la declaración de Manzano, de que ya se habían conseguido los fondos.
El 17 de agosto, docentes y personal que participa de la protesta indicaba que se abrían las instalaciones de la CCO, pero que ellos estarían “trabajando bajo protesta, sin sueldos pagados y contratos sin definir”. No sin advertir que “ante cualquier acción que ponga en riesgo los acuerdos sostenidos en esta primera mesa de trabajo, por palabra, del Secretario (sic) de Gobierno, se accionara (sic) nuevamente”.
