La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, afirmó ayer que el gobierno federal no interviene “en nada” en el proceso judicial que enfrenta la exsecretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, como se hacía en el pasado cuando no se respetaba el estado de derecho.
Luego de que la exfuncionaria ingresara al centro penitenciario en el oriente de la Ciudad de México, acusada de participar en una supuesta red de corrupción, la titular de la Segob afirmó que los cuestionamientos entorno a este caso se deben a que muchos no estaban acostumbrados a que la fiscalía fuera autónoma.
“Nosotros estamos ajenos absolutamente a cualquier intervención, ni en los tribunales ni en el poder judicial, ni en la procuraduría. Es categórico; antes sí se intervendría, no se respetaban a las instituciones, ni el estado de derecho”.
Ante ello, pidió empezar a respetar a las instituciones, al procurador, fiscal general y los jueces, que son los que deciden, si de verdad se quiere caminar a un estado de Derecho.
“Antes no se hacía eso, había una intromisión del ejecutivo en las procuradurías y los tribunales.
Hoy ya no se quiere eso y queremos respetarlos en forma irrestricta”, insistió, al afirmar que el caso Rosario Robles no es revanchismo político.
Reiteró que el Gobierno de la República no ha intervenido absolutamente en nada y todo ha sido por parte de la Fiscalía General de la República y la Auditoría Superior de la Federación, así como del Poder Judicial.
“El Gobierno de la República solo está observando cuáles son las acusaciones que se están haciendo y las decisiones judiciales”, resaltó.
Cabe destacar que Rosario Robles es acusada de participar en una red de corrupción responsable de un desvío de más de 5 mil millones de pesos, y en la cual también podrían estar involucrados otros exfuncionarios.
